Alzhéimer e insomnio: ¿de qué manera afecta la demencia a la calidad del sueño? Wednesday, 08 March 2023
El alzhéimer y los problemas de sueño suelen ir de la mano. Los familiares de una persona con esta enfermedad o con algún otro tipo de demencia no solo tienen que lidiar con los trastornos de memoria y comportamiento de su ser querido, sino también con sus problemas para dormir.
Se trata de un aspecto muy importante para la salud del enfermo, por lo que debemos aprender a detectarlo y buscar la forma de tratarlo. Como explica la doctora Irene Rubio Bollinger, coordinadora de la Unidad del Sueño del Hospital Quirónsalud Sur, “los problemas de sueño afectan a entre un 25-50% de las personas con demencia. Estos se van incrementando a medida que evoluciona la enfermedad”.
Las manifestaciones habituales suelen ser: excesiva somnolencia diurna; insomnio con dificultad para conciliar el sueño o para mantenerlo; alertamientos frecuentes durante la noche, o despertares muy precoces en la mañana.
Algunos pacientes, continúa la especialista, “pueden experimentar al atardecer o durante la noche lo que se denomina en inglés sundowning, que podría traducirse como síndrome vespertino o agitación vespertina: una especie de confusión, agitación, ansiedad e incluso agresividad. Los estudios sugieren que podría deberse a un cansancio excesivo al final del día, o a una necesidad de dormir menos de lo que es común en adultos mayores sanos”.
También se ha visto que la apnea del sueño es más común en estos pacientes; esto puede complicar más aún el poder dormir bien si el sueño se interrumpe por estos episodios, que se caracterizan por el cese de respiración durante unos segundos de manera repetida durante la noche. Por eso es importante investigar si se está produciendo este problema y ponerle tratamiento.
¿Por qué se produce?
La doctora Rubio explica que “son varios los factores que influyen en la alteración del sueño de los pacientes con alzhéimer”. Si no tienen entretenimientos concretos durante el día que les haga estar activos, tienden a echarse pequeñas siestas que dificultan que luego puedan dormir de noche; del mismo modo que la alteración del sueño durante la noche también provoca que duerman en horas diurnas. Además, la medicación para mejorar el trastorno cognitivo les provoca insomnio.
Asimismo, acusan los cambios de desregulación de su reloj interno del ciclo sueño-vigilia, alterándose los cambios normales entre estos periodos y la composición de la estructura del sueño durante la noche. Esto suele provocar que estén menos alerta durante el día y más agitados durante la tarde/noche. También desorientados y confusos al no percibir adecuadamente la sensación de oscuridad/luz si se despiertan y no saber en qué momento se encuentran. Finalmente, al no exponerse suficiente tiempo durante el día a luz solar, influye en una mala regulación del ciclo sueño-vigilia
Ya que los despertares de las personas con demencia pueden deberse a múltiples causas, “debemos preguntarles si lo que sienten es dolor o molestia por algo —calor, frío, necesidad de orinar…—, o simplemente se encuentran desorientados o confusos”, aconseja la especialista.
A veces, ayuda poner alguna luz tenue en la habitación para que un despertar no provoque demasiada agitación o desorientación, ya que una oscuridad total puede inquietarles, hacer que se levanten y que corran el riesgo de caerse si están confusos.
Además, para intentar proporcionarles un buen descanso, la especialista aconseja que los horarios de acostarse y levantarse sean regulares, así como proporcionarles luz solar por las mañanas para que su reloj interno de sueño-vigilia se sincronice cada día. Todas las medidas de higiene del sueño son fundamentales.
A esto ayuda también realizar diariamente algo de ejercicio matutino. Mantenerse activos durante el día ayudará a que el sueño se concentre más en la noche. También se ha visto que los suplementos de melatonina pueden ayudarles a mejorar el descanso, ya que en personas con demencia está afectada la secreción natural de esta hormona
En cuanto a los hipnóticos, concluye la doctora Rubio, “no suelen recomendarse, ya que, aunque promuevan el sueño, pueden en contrapartida generar más estado de confusión y provocar caídas si se levantan de la cama por la noche. Se deben reservar para casos concretos y por tiempo muy limitado”.
*El Confidencial, en colaboración con Quirónsalud, presenta una serie de artículos con información práctica, consejos y recomendaciones para practicar deporte que mejore nuestra salud y bienestar. Si tienes alguna duda sobre esta temática o quieres más información, puedes contactar con el Hospital Quirónsalud Sur.