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Vital Alsar, «el navegante por la paz», se suma a la Ruta de los Ilustres de Santander Thursday, 21 September 2023


El colegio La Salle, donde el capitán cursó sus estudios, recuerda «a uno de los santanderinos contemporáneos más queridos que ha dejado un legado incalculable»


El recuerdo de Vital Alsar, el navegante de la paz, ya se ha instalado para siempre en varios puntos de Cantabria, donde nació. Ese fue su último deseo antes de fallecer en México en 2020. Sus cenizas miran al Cantábrico y La Maruca, lugar al que se escapaba cada tarde durante su infancia y juventud y donde bautizó un paseo y un Centro de Interpretación con su nombre. También se recordó su memoria en Gamazo, con ‘Paloma de la paz’, una obra del artista Carlos Aguilar y Linares. Y desde hoy también será recordado gracias a la Ruta Ilustres de Santander, que ha incorporado al navegante con una placa instalada a la entrada del colegio La Salle, donde estudió y del que siempre se mostró muy orgulloso, colaborando con el centro en numerosas ocasiones.

La alcaldesa, Gema Igual, ha presidido este acto de homenaje, al que han asistido la viuda del marino, Denise Zúñiga; su hija, Marina Alsar, nietos, familiares, amigos, varios concejales y responsables del centro educativo, además de un grupo de escolares del Gerardo Diego, que han sido los impulsores de la iniciativa.

Durante el evento, Zúñiga comentó que su marido fue «un hombre excepcional, decente y correcto» y ha agradecido el reconocimiento de la ciudad, al igual que su hija, que destacó el gran «cariño» que su padre recibió de Santander en vida y que ahora «continúa».

«Aunque mi papá salió de Santander, Santander jamás se salió del corazón de mi papá», aseguró Marina Alsar. La hermana de Vital Alsar y embajadora de su legado, que también se llama Marina, expresó igualmente su agradecimiento al Ayuntamiento, a la alcaldesa y «al colegio que tanto quiso y del que tan orgulloso estaba». Y ha asegurado que el marino estaría «orgulloso» de que en la placa se le defina como «navegante por la paz».

El presidente de la Asociación Vital Alsar, Javier Cantero, agradeció el reconocimiento a este «ilustre» que ha llevado a Santander y Cantabria por el mundo «con un mensaje de paz». Porque, recordó, siempre portaba una bandera blanca «de encuentro entre culturas» en sus expediciones. Al respecto, ha animado a promover el legado de «mensajes positivos» de «soñar a lo grande y en azul, desde el mar», como hacía Alsar.

Cantero se refirió a la expedición de Ecuador a Australia que realizó el cántabro en una balsa de siete troncos aprovechando las corrientes del mar. «Vivían del mar, de una forma sostenible; eran uno con el mar». E invitó a llevar a La Salle la exposición sobre la historia de Alsar para que «inspire» a los alumnos a «superar barreras».

Por su parte, el director del colegio, José Manuel Merino, ha recordado que el marino estudió en el centro desde 1939 a 1959 y seguía muy unido a él. «Venía a poner documentales; le apreciamos con mucho cariño», ha asegurado, rememorando que también fue ‘lasaliano del año’ por su trabajo en favor de la paz y la unión. «Fue aventurero y todos lo somos. Vivía del mar y su aventura nos inspira a ser aprendices y tolerantes», ha destacado.

Igual aseguró que el marino se suma así a la Ruta de Ilustres con una placa, la número 23, porque «no podía faltar uno de los santanderinos contemporáneos más queridos que ha dejado un legado incalculable como persona, como navegante, como aventurero y como divulgador de la historia de la navegación».

Con esta placa, Vital Alsar se convierte en el nuevo protagonista de una ruta que ya suma 23 personalidades, y en la que también figuran José María de Pereda, Augusto González Linares, Marcelino Sanz de Sautuola, Ataúlfo Argenta, Sixto Córdova, Luis Quintanilla Isasi, Gerardo Diego, José Hierro, María Blanchard, Leonora Carrington, Sor Ramona Ormazábal, Manuel Arce, Concha Espina, Matilde Camus, Mario Camus, Ángel de la Hoz, Amós de Escalante, José Francisco Alonso, Marcial Solana, Enrique Diego Madrazo, Atilano Rodríguez y Enrique Fernández.

Vital Alsar, el navegante de la paz

Vital Alsar Ramirez nació en Santander en 1933, y falleció el 15 de septiembre de 2020 en Acapulco, México, donde residía. Después de estudiar Comercio, obtener el título de profesor mercantil y servir en la Legión, salió de España a los 20 años para trabajar, recalando en países como Francia, Alemania y Canadá, donde comenzó a gestar su idea de cruzar el Océano Pacífico en balsa. En 1966 comenzó su primera expedición en una balsa preincaica, ‘La pacífica’, con la que pretendía recorrer desde Ecuador hasta Moololaba en Australia, y con la que después de 143 días de navegación naufragó debido al ataque del gusano teredo a la madera de la embarcación. Cuatro años más tarde volvería a intentarlo a bordo La Balsa, una nueva expedición con la que después de 161 días de viaje y 8.565 millas de navegación, consiguió culminar su primera gran gesta hasta llegar hasta el puerto de Moololaba en Australia. Expedición con la que consiguió uno un Record Guiness por el viaje en balsa más largo de la historia. La última y más reciente expedición, entre 2009 y 2010, fue ‘Zamná’, que partió desde la isla de Cozumel (México) hasta Grecia y con regreso a México. Dicho proyecto lo llama ‘El Niño, La Mar y La Paz’ y consistió en el hermanamiento de dos de las civilizaciones más antiguas del mundo, la maya y la griega. Y de ahí la paloma en su honor en Gamazo, que se instaló en 2021.

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