Las obras de rehabilitación del edificio del Mercado de Abastos de Laredo, cuyo final estaba previsto para el 11 de enero del próximo año, se retrasarán hasta el segundo trimestre de 2024. Desde la Consejería de Turismo aseguran que, pese a la demora, la subvención europea de casi 600.000 euros destinada a acometer estos trabajos no se perderá porque continúan en plazo. La ejecución, que comenzó en el pasado mes de julio, tuvo que detenerse de manera puntual por las fiestas de verano por lo que fue acumulando ya un primer retraso.

Una vez esté terminada la remodelación del edificio, el mercado quedará restaurado y recuperará parte de sus características originales. En su interior, el inmueble contará con unos nuevos baños públicos y la oficina de atención al peregrino del Camino de Santiago, el resto del espacio quedará vacío.

Tras la remodelación será el turno del Consistorio de Laredo para volver a poner en funcionamiento el mercado, para lo que tendrá que redactar una nueva ordenanza reguladora que incluya la nueva función del espacio en relación a la atención a los peregrinos. Un cometido que, hasta el momento, la ordenanza no contemplaba y que ahora deberá regular, así como también el uso del espacio diáfano que deja la primera fase de los trabajos. Número de puestos, tipología, distribución y, lo más complejo, si los asentadores que se mantuvieron en el Mercado de Abastos hasta el día del desalojo, y de los cuales muchos llevaban casi medio siglo despachando en sus puestos, tendrán prioridad a la hora de recuperar sus plazas o no. Cinco son los puestos que permanecieron en el edificio hasta que se vieron obligados a abandonarlos a principios de año.

En este sentido, en la anterior legislatura los populares pejinos, que en ese momento se encontraban en la oposición, presentaron una moción conjunta con Unidos x Laredo, Sí Se Puede Laredo y Hacemos Laredo solicitando modificar la ordenanza para reconocer la excepcionalidad de los puestos existentes en el mercado y que los comerciantes fueran realojados en el mismo después de las obras. Ahora, ya en el equipo de gobierno -junto a Ola Cantabria y la coalición Izquierda Unida/Podemos- el alcalde de la villa Miguel González (PP) asegura que «están trabajando en la nueva ordenanza con la ayuda de los servicios jurídicos para mantener su compromiso con los asentadores una vez haya terminado la ejecución».

Por su parte, la oposición afirma en bloque que no se les ha notificado de manera oficial que se esté trabajando en el citado documento. Más allá va el portavoz de los regionalistas, Pedro Diego Hoyo, que sostiene que «renovar la concesión de los asentadores es ilegal». Según afirma, «las concesiones son finitas y no pueden prorrogarse».