Varios diputados del Congreso denuncian que han recibido durante la última semana bolsas con réplicas de fetos humanos ensangrentados de doce semanas como parte de una campaña contra la reciente aprobación de la ley de aborto. Así lo han confirmado desde los grupos parlamentarios de PSOE, Unidas Podemos y EHBildu, tres de las fuerzas que votaron a favor de la norma en la Cámara baja el pasado 16 de diciembre.

Los envíos, aseguran estas fuentes, vienen acompañados de una carta de Ignacio Arsuaga, presidente de las asociaciones Derecho a Vivir y Hazte Oír, en la que se critica la aprobación de esa reforma. En la misiva se asegura también que la nueva ley de aborto promovida por el Ministerio de Igualdad es «mas atroz» que la aprobada por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y acusa a los diputados a los que va dirigida de haber permitido con su voto «la eliminación de seres humanos en un procedimiento quirúrgico de extrema violencia y crueldad».

La carta también condena que el texto aprobado por el Congreso propicie «el señalamiento de aquellos médicos y sanitarios que quieren objetar en conciencia la eliminación de vidas humanas, mediante la creación de listas negras».

Desde Derecho a Vivir, su portavoz, Inmaculada Fernández, llegó a reconocer este viernes que la acción es «muy macabra» pero la justifica porque, como ella misma señaló, «el aborto es cruel, violento y sanguinario porque supone descuartizar, succionar a un bebé en el vientre materno. Es muy macabro, pero es lo que han aprobado ellos».

El parlamentario de Unidas Podemos y secretario tercero de la Mesa del Congreso, Javier Sánchez Serna, uno de los destinatarios, calificó en su cuenta de Twitter –donde adjunta una foto con la carta y el feto que la acompaña– a la plataforma Derecho a Vivir como «un chiringuito que responde a la organización paramilitar El Yunque». «Envía un feto de plástico ensangrentado a todos los diputados y nos acusa de multiplicar el descuartizamiento de bebés», zanjó.