Si te sientes estancado, atrapado en una rutina que no te gusta o directamente eres incapaz de imaginar un futuro más amable, es posible que se te pase varias veces al día la sensación de querer dejarlo todo y empezar de cero. Esto supondría tomar una decisión radical que puede que no sea lo que estás buscando o para la que no estás preparado: cambiar de sector o dejar el trabajo, abandonar a muchas de las personas con las que compartes tu vida o cambiar de zona geográfica en la que habitas.

Todas estas opciones son demasiado extremas como para llevarlas a cabo, a no ser que estés muy seguro o realmente desesperado. En su lugar, podrías fomentar un cambio progresivo y realista que pase primero por modificar tu perspectiva o punto de mira, algo que desafortunadamente no sucede de la noche a la mañana. Y esto, sumado a pequeños cambios en la rutina y vida cotidiana, te hará recuperar poco a poco la energía y la creatividad que ahora te falta.

"Al expandir nuestros horizontes, nos mejoramos tanto a nosotros mismos como la calidad de nuestras relaciones"

¿Por qué sentimos que no estamos en el camino correcto? Esto se debe a una profunda desconexión entre nuestro deseo y la realidad que vivimos día a día, entre las expectativas que teníamos puestas en nosotros mismos y el estado de nuestra vida actual, el cual nos parece decepcionante. ¿Cómo saber si de verdad necesitas desarrollar esa voluntad de cambio y no se trata de una mala racha que pronto pasará y, por tanto, solo debemos tener paciencia? A continuación veremos una serie de factores, inspirados en la psicóloga internacional Alice Boyes, quien ha escrito un artículo en la revista de Psychology Today que explora estos motivos por los que deberías modificar tu mindset y disponer de una visón de futuro distinta.

Hace mucho que no conoces a nadie interesante

Los cambios de rumbo se dan de forma individual, pero en ellos siempre hay implicadas terceras personas, sean las que ya conocemos y están con nosotros pese a todo, pero también nuevas identidades que nos ayudan a continuar hacia delante e inspirarnos en otros modelos de personalidad. "Al expandir nuestros horizontes, nos mejoramos tanto a nosotros mismos como la calidad de nuestras relaciones", asegura Boyes.

Vives en un completo caos

El caos es sinónimo de descontrol, no tener las riendas de tu vida. Esto puede desembocar en una continua huida hacia delante, con la esperanza de que algún día cambie la situación. Puede que también estés acarreando demasiada responsabilidad y que estés agotado de esforzarte sin recibir nada a cambio. Si tienes este tipo de sensaciones, tal vez necesites simplificar tus tareas diarias para no sentirte tan arrastrado por las circunstancias o ver tantas dificultades a asuntos que no tendrían por qué implicar tanta dificultad.

No disfrutas de los tuyos

"Tanto en las relaciones románticas como en la crianza de los hijos, cuando las cosas van mal, el vínculo positivo que os une se erosiona y luego aumentan los problemas", asegura Boyes. Ante esta situación, deberás aprovechar para pasar más tiempo de calidad con la gente que te rodea y a la que quieres en la medida de lo posible. Solo así podrás encarar mejor las dificultades, si tienes esos refuerzos positivos.

El tiempo pasa lento

Cuando hacemos cosas nuevas o que nos apasionan, es lógico que la percepción temporal cambie, antojándose como más rápida. Por contra, si te sientes estancado, todo se te hará repetitivo y tedioso, lo que redundará en un paso del tiempo más lento. Si llevas tiempo en este estado, es posible que necesites dar un giro a tu vida.

Has olvidado tus hobbies

Si recuerdas una época en la que tenías tiempo libre para dedicarte a tus pasiones, sea cuales sean, y hace tiempo que ya no las haces, es probable que te falte energía o que necesites una mejor organización del tiempo del que dispones. "En lugar de priorizar siempre el trabajo y las tareas que tienes pendientes, prioriza tus intereses y a ver qué sucede", prosigue Boyes. Seguramente sientas un "impulso de energía y entusiasmo", lo que redundará en una mayor fortaleza e impulso para llevar a cabo cambios positivos en tu vida.

Sientes que no actúas según tus principios

Una cosa es lo que hacemos y otra lo que pensamos que deberíamos hacer. Si sientes que hay una brecha constante entre estos dos asuntos, seguramente sea porque no estás tomando las decisiones correctas o dejándote llevar, sin siquiera reparar en que lo que estás haciendo. En general, "cuando necesitas un cambio, hay muchas maneras de hacerlo sin que ello implique tomar grandes decisiones", concluye la psicóloga. "Prueba primero con pequeños cambios en la rutina, lo que tendrá grandes y sorprendentes beneficios para tus niveles de felicidad y de energía".