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El nuevo caza submarino ucraniano para sabotear e inutilizar navíos rusos Thursday, 30 March 2023

Algo surrealista está ocurriendo en el desierto de Arabia. En algún lugar más allá de la ciudad de Dubái, en una nave industrial, un pequeño grupo de locos afirma haber construido el submarino del futuro en medio de un océano de arena. Colgada de una pesada grúa industrial, la silueta negra de esta máquina parece biológica y amenazadora, casi viva, mientras sus creadores dan los últimos retoques antes de su primer viaje. Se llama Kronos y, según su diseñador jefe y fundador de Highland Systems, el ingeniero ucraniano Dr. Alexander Kuznetsov, puede cambiar la guerra naval para siempre.

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Es mucho decir, pero, si realmente funciona, como dicen Kuznetsov y su equipo, tiene posibilidades de trasformar la guerra en el mar del mismo modo que lo han hecho en tierra los drones y una nueva generación de armas fáciles de usar. Como me cuenta Matthew Sweeney —comandante de la Marina estadounidense y profesor de la Escuela de Guerra Naval de Newport (Rhode Island)— en una entrevista por videoconferencia después de que le enviara las especificaciones y capacidades de Kronos: "Todo lo que proponen es factible".

Kronos antes de su primer viaje.
Kronos antes de su primer viaje.

Sweeney —un submarinista de carrera que sirvió sus primeros 10 años como maquinista naval alistado y ha estado desplegado a lo largo de su carrera en submarinos nucleares, tanto submarinos de ataque de uso general (SSN) como submarinos estratégicos armados con misiles balísticos nucleares (SSBN)— me dice que todo el mundo está tratando de ver qué se puede hacer con cosas más pequeñas y menos costosas en todos los dominios, aire, tierra y mar. La rama de investigación avanzada del Pentágono lleva un par de años trabajando en un proyecto similar al Kronos, que pretende construir un dron submarino altamente maniobrable inspirado en la forma de una manta raya, igual que esta pequeña y desconocida empresa ucraniana.

El submarino Kronos a punto de ser izado para depositarlo en el agua.
El submarino Kronos a punto de ser izado para depositarlo en el agua.

Pero, mientras DARPA aún se encuentra en las primeras fases de diseño, los ingenieros de Kronos ya han construido 37 prototipos siguiendo el paradigma de Silicon Valley: diséñalo, constrúyelo, pruébalo y no tengas miedo de que explote. Este enfoque de prototipado rápido sirvió a Elon Musk para construir con éxito su imperio de cohetes, y Highland Systems apuesta a que le servirá para vencer al lento gigante militar industrial igual que Musk hizo con SpaceX. "Cuando los militares ven Kronos, no pueden creer que exista", me dijo por videochat un representante de la empresa que prefiere permanecer anónimo por motivos de seguridad.

Otra vista del trabajo sobre una sección de las alas.
Otra vista del trabajo sobre una sección de las alas.

La empresa mostró por primera vez el primer prototipo funcional de Kronos a escala real en la feria internacional de defensa IDEX-2023, celebrada el mes pasado en Abu Dabi. "Tuvimos a algunos comandantes en activo y excomandantes de fuerzas submarinas de países de la OTAN inspeccionándolo con absoluta incredulidad". Todos los militares les preguntan cómo es posible que ninguna gran empresa del sector haya construido aún algo como Kronos y su respuesta es siempre la misma, dice: "Son grandes empresas. Para aprobar cualquier cosa hay que acudir a tres o cinco jefes. Aquí no tenemos cinco jefes. Solo somos un grupo de apasionados que trabajan en medio del desierto. Aquí simplemente vienes, evalúas y decides: ‘Sí, esto está mal, vamos a cambiarlo’. Eso es todo. Nos lleva cinco minutos. Es la mentalidad de una startup".

Imagen del proceso de fabricación del 37.º prototipo.
Imagen del proceso de fabricación del 37.º prototipo.

El grupo que creó Kronos definitivamente no es material para la típica empresa del complejo militar, los Lockheed Martins y Raytheons de este mundo. Dirigido por Kuznetsov, de cuarenta y tantos años, está formado por siete ingenieros que trabajaban en Ucrania en distintas empresas relacionadas con la defensa, pero no todos son ucranianos. "Tenemos un especialista en equipos que vino de Moldavia. Otro incluso de Uzbekistán. Pero todos ellos son especiales, no son los típicos ingenieros", me dice el representante de la empresa. Todos son expertos soldares, por ejemplo, y tienen distintos talentos especiales, afirma. Kuznetsov —que no está emparentado con el actor del mismo nombre— dice que nació en Ucrania, pero que se marchó a Rusia a los seis años para estudiar todo el camino, desde la escuela hasta terminar el doctorado en ingeniería, solo para volver a su país natal y montar un equipo para intentar construir el primer vehículo blindado anfibio eléctrico de la historia. No funcionó porque, según él, la burocracia de su país era una locura. Hacía imposible comprar algunas herramientas y piezas incluso antes de que empezara la guerra, así que decidieron trasladarse a los Emiratos Árabes Unidos, "donde puedes conseguir todo lo que quieras" siempre que tengas el dinero para comprarlo. Rápidamente, encontraron un socio local y, finalmente, construyeron su extraño vehículo blindado.

Otra imagen del casco.

Poco después, decidieron construir un nuevo tipo de submarino para el trabajo y el ocio. Tenía que ser rápido, capaz de sumergirse y maniobrar con rapidez, tanto bajo el agua como en la superficie, y ser extremadamente fácil de pilotar, sin requerir ningún tipo de pericia. En la mente de Kuznetsov, este vehículo tendría dos versiones. Un modelo transportaría trabajadores para el mantenimiento de cables de comunicación submarinos o plataformas petrolíferas. El otro sería un vehículo de lujo para que gente rica como Jeff Bezos pudiera disfrazarse de Blofeld junto con sus amigos, para explorar el océano o conducir la última milla desde sus megayates hasta su guarida secreta en un volcán submarino en el Pacífico.

Kronos sobre el agua.
Kronos sobre el agua.

Parecía un plan divertido y lucrativo... hasta que Vladímir Putin invadió Ucrania e inició una sangrienta guerra. Fue entonces cuando Kuznetsov y su equipo —al igual que otros ingenieros y empresas de su país— decidieron pivotar para defender su patria. Su nueva misión: rediseñar el Kronos para luchar contra la Armada rusa en el mar Negro.

Un rediseño radical

El nuevo Kronos tenía que adaptarse a las operaciones militares, con nuevas capacidades como el sonar, la posibilidad de desplegar minas magnéticas, controlar minidrones guiados por cable y lanzar torpedos. Pero mantuvo el mismo diseño básico, que era su principal ventaja, según la empresa. Desde ese momento, sin embargo, evolucionó rápidamente a través de 36 iteraciones de diseño que se probaron primero con simulaciones por ordenador y modelos de tamaños cada vez mayores, tanto en túneles de viento como en grandes piscinas.

Otra vista.
Otra vista.

Finalmente, llegaron al prototipo número 37, el que se puede ver en las fotos. La máquina presenta una proa curvada situada entre dos volúmenes muy afilados, como colmillos. Estos dos flancos se transforman simétricamente en largas alas a estribor y babor, cada una de ellas equipada con alerones. Como en un avión, estas superficies de control modifican la forma del ala, permitiendo al vehículo girar rápidamente hacia cualquier dirección.

Su cabina sin ventanas parece una cabeza de animal que se transforma suavemente en una espina dorsal que se desarrolla en una larga cola, fusionándose con los dos volúmenes laterales. Esto, afirma la empresa, hace que el agua fluya y ayuda a aumentar la velocidad del barco. La extraña forma de la proa, dicen los ingenieros, fue la parte más difícil de calcular. Querían que pudiera navegar por la superficie del agua con olas de hasta cinco metros de altura, algo imposible al principio, ya que el barco fue dando saltos a través de sus muchos prototipos. Finalmente, asegura la empresa, consiguieron que funcionara: "Esa forma hace que corte olas de hasta seis metros de altura". El resultado final parece completamente alienígena. Sin ningún contexto, puede pasar por una nave espacial extraterrestre recuperada de un lugar accidentado o del decorado de una superproducción de Marvel.

La cabina del primer prototipo. Kronos utiliza cámaras para ofrecer una visión de 360 grados.

Obviamente, este vehículo no parece una nave interestelar utilizada por Los Guardianes de la Galaxia por capricho. La empresa afirma que el resultado es un vehículo intrínsecamente mucho más ágil que las bestias submarinas con forma de cigarro que han surcado los mares durante más de medio siglo.

Lo nuevo frente a lo viejo

Hasta ahora, los submarinos han mantenido básicamente el mismo diseño durante décadas. Desde los U-Boat que aterrorizaron a los convoyes aliados durante la Segunda Guerra Mundial hasta los modernos submarinos de ataque de propulsión nuclear que pueden desatar una tormenta de misiles atómicos sobre todo el planeta con solo girar una llave, todos parecen tubos, ya sea propulsados por motores híbridos diésel-eléctricos o por reactores nucleares. Concebidos para operar en aguas profundas, los submarinos militares actuales pueden patrullar los océanos durante meses seguidos, listos para destruir objetivos enemigos o desencadenar el armagedón. Son potentes y mortíferos, pero enormes y maniobran con bastante lentitud.

BUSAN (COREA DEL SUR), 27 02 2023.- El submarino USS Springfield, de 6.000 toneladas y propulsión nuclear, está desplazado desde el pasado día 23 en la base portuaria surcoreana de Busan, según anunció la Marina de Estados Unidos, en un momento de escalada de tensiones en la península de Corea. (EFE/MARINA DE EEUU)

Un ejemplo: una operación como una inmersión de emergencia —que consiste en sumergirse desde la superficie lo más rápido posible para evitar un ataque— le llevaba a un submarino de la época de la Segunda Guerra Mundial unos 30 segundos. Hoy en día se tarda incluso más: un submarino nuclear de la clase Ohio tarda cinco minutos en realizar una inmersión de emergencia. Gracias a la combinación de los controles de ala, el motor de turbina y sus tanques de lastre, la empresa afirma que Kronos puede realizar una inmersión de emergencia casi instantáneamente.

Otro problema de los submarinos tradicionales es lo lentos que son para girar. Un submarino medio a toda velocidad tiene un radio de giro que puede ir de 230 metros a casi medio kilómetro. También en este caso, gracias a su forma y superficies de control, puede girar 180 grados "instantáneamente" a toda velocidad. "Esto es muy bueno para maniobrar bajo el agua. Ningún otro en el mundo tiene esa capacidad", afirma la empresa. Esta capacidad, de ser cierta, podría resultar crucial para la guerra submarina: "Si alguien decidiera disparar con un torpedo Black Shark, este podría evitarlo gracias a esta maniobrabilidad y a su tamaño". Sweeny está de acuerdo en que el tamaño y la maniobrabilidad del Kronos pueden darle una buena ventaja a la hora de realizar maniobras evasivas y evitar ser interceptado.

Otro vistazo del casco de este prototipo. El próximo estará fabricado íntegramente con fibra.

La velocidad, que también le ayudará a evitar ataques, también es alta para un submarino de su tamaño, que no dispone de la potencia de un motor gigante sino de una pequeña turbina de accionamiento eléctrico. Con 27 nudos (50 km/h) supera la velocidad máxima publicada de un submarino nuclear de la clase Los Ángeles, que es de 20 nudos (37 km/h), y casi iguala su velocidad máxima clasificada, que se estima oscila entre 30 (55) y 33 nudos (61 km/h). En la superficie, sin embargo, su velocidad es impresionante, con 43 nudos (80 km/h), frente a los 30 nudos de velocidad máxima de los buques militares típicos, como el destructor ultramoderno USS Zumwalt, que alcanza los 32 nudos.

Los submarinos clásicos también requieren más de un centenar de marineros. Cuestan miles de millones construirlos y mantenerlos, de hecho, y su mantenimiento es tan caro que solo un puñado de armadas en el mundo pueden permitírselos. La tripulación del Kronos: un piloto. El resto de los asientos están reservados a miembros de operaciones especiales para misiones encubiertas (más sobre este tema más adelante).

Kronos flotando sobre el agua del puerto de Dubái.
Kronos flotando sobre el agua del puerto de Dubái.

Un submarino de ataque de uso general como un Los Angeles o un Virginia no está diseñado para operar en aguas poco profundas. Incluso los submarinos más pequeños —como los cazatesoros antisubmarinos, designados como SSK— tienen una profundidad operativa mínima de 650 pies, según el Instituto Naval estadounidense, porque necesitan tener espacio bajo su quilla para realizar rápidas maniobras verticales de evasión. Los SSK se utilizan para patrullar las costas territoriales, pero lo cierto es que no son muy útiles en muchas zonas de poca profundidad cercanas a tierra, donde los submarinos podrían ser elementos cruciales para la defensa si tuvieran esa capacidad. El Kronos, sin embargo, puede patrullar cómodamente con tan solo 50 pies de profundidad hasta una profundidad máxima crítica de 820 pies. La empresa afirma que su diseño le permite permanecer tumbado en el lecho marino, a la escucha de sus sensores, como un depredador que espera pacientemente a su presa.

Misiones de ataque y fuga

Kuznetsov cree que estas especificaciones operativas, unidas a su maniobrabilidad extremadamente ágil, convertirán a Kronos en un elemento disruptor en la guerra costera. "Hemos descubierto que podemos instalar torpedos pequeños, como el Leonardo Black Scorpion, pero también modelos más grandes, de hasta 3,4 metros de longitud, como el [pequeño torpedo antisubmarino] Thales MU90", afirma la empresa. "Ponemos la plataforma de lanzamiento debajo y ya está". Una de las misiones típicas sería que Kronos se acercara a los barcos enemigos que avanzan por detrás, disparando sus torpedos a las hélices para inutilizarlas. Otro ataque típico sería acercarse desde abajo e igualar la velocidad para colocar minas magnéticas, ya sea directamente o con minidrones guiados por cables. Y por último están las misiones de sabotaje, acercándose sigilosamente a barcos en puerto o anclados en aguas enemigas — como hizo Ucrania con drones contra barcos rusos en el puerto de Sebastopol, en Crimea — para inutilizarlos con explosivos en misiones de ataque y fuga. El otro enfoque de estas operaciones de sabotaje sería llevar comandos de operaciones especiales para infiltrarse en territorio enemigo.

Vista de la proa del prototipo terminado.

Sweeney me dice que todas estas misiones son difíciles pero factibles y que, si lo demuestran sobre el terreno, cambiará las reglas del juego en la guerra en aguas poco profundas. Especialmente en lugares como el Golfo Arábigo o el mar Negro. "Si los iraníes sacaran un montón de estos, bueno, creo que EEUU se centraría mucho más en ello". Mientras tanto, la empresa afirma audazmente que media docena de Kronos pueden controlar el mar Negro. Sweeney es más conservador y señala que si tuvieran diez de estos a lo largo de la costa, podrían funcionar eficazmente contra cualquier cosa que cruzara las aguas territoriales de un país (12 millas náuticas o 13,8 millas).

Pero, aunque a muchos les parecerá una misión imposible, Kuznetsov y su equipo están convencidos de que lo conseguirán, como ya hicieron empresas como la turca Baykar con sus drones de bajo coste y sus cazas furtivos: "Probablemente dentro de cinco o siete años, la mayoría de los submarinos tendrán la misma forma en cuanto comprendan sus ventajas".


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