La primera actividad de la agenda de Pedro Sánchez en China ha sido participar en el acto inaugural de la cumbre con la que China quiere volver a posicionarse como líder económico global después de años de pandemia. El Foro de Boao para Asia, también llamado el "Davos chino" se ha celebrado de manera presencial por primera vez en tres años con el mensaje de que Asia debe liderar este año el crecimiento mundial frente a la tendencia global de la desaceleración.

Sánchez ha aprovechado su intervención en el Foro para presentar a España como un socio fiable para las inversiones y como colaborador para la resolución de conflictos y la búsqueda de la paz. También para lanzar un discurso contra el proteccionismo, en el que ha pedido a China que se abra a las inversiones europeas para evitar que la UE se proteja cerrándose a las inversiones chinas. "Debemos abrir el este para que el oeste no tenga que cerrarse en sí mismo", dijo, en referencia al gigante asiático y los países europeos.

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El presidente español ha inaugurado su viaje oficial a China con la visita a la isla de Hainan, donde se celebra el Foro de Boao, para reunirse con actores económicos como la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y con representantes de grandes empresas para desarrollar nuevas inversiones en España.

Sin embargo, para el Gobierno chino, la cumbre presentada como su respuesta al Foro Económico Mundial de Davos es la plataforma para reconectarse al mundo empresarial después de tres años de política de cero covid. El aislamiento de las medidas para combatir la pandemia provocó que muchas empresas diversificaran sus cadenas de suministro fuera del país y, en la cumbre, el gigante asiático quiere presentarse como un área de certeza en medio de la incertidumbre global.

El regreso de China a la diplomacia

Li Qiang estrenará su puesto como primer ministro chino con un discurso inaugural en el Foro que tiene como bandera la recuperación y la integración económica regional, pero que también tocará otros temas como las energías limpias y las tensiones geopolíticas. Este último punto ha supuesto el regreso de China a la esfera política por el plan de paz de 12 puntos para la guerra de Ucrania propuesto por Xi Jinping.

Uno de los objetivos del viaje de Pedro Sánchez a Pekín es conocer con todo detalle la propuesta del líder chino, que se ha posicionado como uno de los pocos que puede ser un intermediario entre Ucrania y Rusia. Los objetivos económicos chinos después de la política de cero covid se han elevado con la salida al exterior del presidente del gigante asiático.

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En las últimas semanas, ha pasado de mediar en el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí a viajar a Moscú para reunirse con Vladímir Putin. El presidente ruso ha valorado positivamente la propuesta de China para la paz en Ucrania, y a pesar de que Kiev afirmó que no está de acuerdo con el plan de 12 puntos, Volodímir Zelenski ha invitado a Jinping a Ucrania para hablar del asunto.

Los esfuerzos diplomáticos del líder chino se enmarcan, no obstante, en la escalada de tensiones con Estados Unidos por la crisis de los "globos espía" y el conflicto de Taiwán. Este no es el mejor momento para que las empresas estadounidenses asistan a la cumbre económica más importante de Pekín, aunque un grupo de inversionistas y empresarios han partido hacia la isla para formar parte del evento que confirma la reapertura política de China después del covid.

"No creo que los estadounidenses se vayan a quedar al margen (del Foro), pero probablemente harán todo lo posible para permanecer en un segundo plano y fuera del centro de atención", dijo Francis Bassolino, socio gerente de Alaris Consultancy en Shanghái, a Financial Times.

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A pesar de las preocupaciones de algunos empresarios sobre cómo las tensiones políticas entre los dos países y la situación en Taiwán puede afectar a la presencia de las compañías en el gigante asiático, Li Qiang afirma es optimista sobre el futuro económico. El primer ministro chino afirmó recientemente que los altos directivos, incluidos los de empresas estadunidenses, confiaban en que China mantuviera su poder como actor económico mundial. "Algunos en EEUU han estado pregonando la idea de desvincularse de China. Me pregunto cuántas personas realmente pueden beneficiarse de este tipo de publicidad", añadió.

En la edición de este año del Foro de Boao se espera la asistencia de más de 2.000 representantes de más de 50 países para enmarcar la economía dentro de los retos actuales. Para China, esta es su oportunidad para confirmar que se ha quitado la mascarilla y ha salido de su encierro para volver al ruedo de la política internacional. "El Foro también va a ser importante para ver con qué mensaje se van los directores ejecutivos europeos y los estadounidenses que asistieron", zanjó Michael Hart, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en China.