Raquel Guerra y Andrés Díaz, una pareja del Valle de Iguña, ya se acercaron al Ferial de Ganados el otoño pasado, pero ya era tarde. «Reservado, reservado, reservado…», recuerda ella, aludiendo a los carteles que se encontró en el cristal de muchísimos coches. Este viernes, un año después de aquella oportunidad perdida, este matrimonio ha sido de los primeros en entrar al Salón del Motor y empezar a leer las especificaciones de los cerca de 800 vehículos de ocasión aparcados al sol. Y hablando de especificaciones. «Hay que ir pensando en estas restricciones y comprar un coche con etiqueta para poder entrar a las ciudades. Pasado mañana nos imponen estas historias. Hay que tener la pegatina sí o sí», explica.

Guerra encarna la inquietud de muchísimos vecinos. Porque este año, esas pegatinas y la letra pequeña de la que habla están de rabiosa actualidad. Con el mercado de la automoción en plena transición verde y, sobre todo, la llegada inminente de nuevas restricciones al tráfico -siendo la Zona de Bajas Emisiones una de las más sonadas y polémicas-, los compradores no pueden evitar fijarse en las etiquetas ambientales, las pegatinas y, en definitiva, sopesar más seriamente la idea de hacerse con un híbrido o, quién sabe, quizá un eléctrico. Bueno, hay algunos que traen la decisión tomada desde casa. «¿Un coche eléctrico? Nada, no. Están muy caros todavía», descarta Lorena Miguens, otra de las decenas de visitantes que, desde este viernes por la mañana hasta el domingo -en horario ininterrumpido de 11.00 a 20.00 horas-, acudirá a este escaparate organizado por la Asociación Empresarial de Concesionarios Oficiales de Vehículos de Cantabria (Asecove) y estudiará comprar un coche nuevo a precios de ocasión.

Usados, seminuevos, de kilómetro cero, de todas las motorizaciones, combustibles… «Es una oportunidad extraordinaria para poder cambiar de coche», ha declarado Natalia de los Arcos, presidenta de Asecove, al rato de inaugurar el evento junto al alcalde, Javier López Estrada, y el director general de Comercio y Consumo, Rosendo Ruiz. Hay tres buenas razones para acudir al Salón del Motor este fin de semana, según la organización: «Nunca van a tener tanta oferta en un espacio tan reducido; no van a asistir a precios más ventajosos; y, además, sorteamos dos vales de entre los compradores de un vehículo (2.500 euros) y de motos (750)», ha enumerado la presidenta, agradecida al Ayuntamiento y al Gobierno regional por su colaboración.

Mientras los políticos y las caras conocidas hacían su ronda por el Ferial, Juanjo Hoz, vecino de Beranga, ponía voz a otro de los problemas más importantes que, precios al margen, afronta el mercado ecléctico de la automoción. Y lo resumía muy rápido: «De momento no hay nada. Ni puntos de carga ni nada». España, al menos en comparación con otros vecinos de Europa, sigue a la cola de la implantación de redes e infraestructuras en aras de la entrada de los motores eléctricos. Cantabria no es una excepción. Al contrario. Su parque de vehículos «se ha quedado un poco obsoleto en las medidas de seguridad y eficiencia energética», como ha reconocido el director general Rosendo Ruiz, convencido de la importancia de planes como Moves 3 -para la adquisición de coches eléctricos-, Renove y las redes de colaboración con los ayuntamientos y la Federación de Municipios.

El Salón del Motor, un escaparate de ocasión que «facilita el acceso a modelos con facilidades muy importantes», es un buen paso por el que empezar esa senda, como ponderó Ruiz y, segundos antes, López Estrada. «Torrelavega es una ciudad de ferias», presentó, «orgulloso» de la relación que el municipio ha creado con Asecove desde hace siete ediciones. La de este año será más familiar que nunca además. Los asistentes encontrarán hinchables para los más pequeños, ‘food-trucks’ y dos meriendas solidarias tanto el sábado como el domingo en favor de Cáritas.