Por contra, en el segundo tiempo el equipo cántabro reaccionó, metió al equipo local en su área y pudo empatar el partido. Sin embargo, el Zamora mostró mayor efectividad y en los minutos finales marcó tres goles jugando al contraataque ante una Gimnástica que, tras recibir el 2-0, bajó los brazos y empezó a pensar en la final de la próxima jornada ante el Valladolid Promesas.

En la primera parte la Gimnástica estuvo desaparecida y su bagaje ofensivo fue muy pobre. El Zamora llevó el peso del partido en todo momento y, aunque tampoco dispuso de numerosas ocasiones de gol, controló el ritmo del juego y dominó al cuadro torrelaveguense, al que le costó mucho pasar del centro del campo. El equipo blanquiazul cedió la iniciativa al Zamora y buscó la presión y las salidas rápidas a la contra como su principal recurso para acercarse a la portería de Fermín, aunque con nulo éxito. A los cuatro minutos, un balón en profundidad de Edu Bedia sobre Javi Delgado finalizó con un disparo desde fuera del área del delantero que se marchó muy cerca del palo. Tras esa ocasión, la Gimnástica tardó muchos minutos en volver a acercarse al área local. El conjunto rojiblanco se hizo dueño del balón y empezó a poner en apuros a la zaga de la escuadra gimnástica.

En el minuto 25 llegó el primer gol del Zamora. El colombiano Luis Rivas se deshizo de los centrales del equipo blanquiazul con un gran movimiento, se plantó ante Sotres en un mano a mano y batió por bajo al guardameta. A pesar de verse por detrás en el marcador, la reacción de la Gimnástica fue muy tímida. Los hombres de Fran Martín apenas inquietaron a la defensa de un anfitrión que siguió controlando el juego. Sendos disparos lejanos de Josemi y Alberto Gómez que solventó Fermín con seguridad fueron los intentos más claros del conjunto blanquiazul para tratar de lograr el empate antes del descanso.

En el segundo tiempo, la Gimnástica ofreció una imagen completamente diferente. La escuadra cántabra salió dispuesto a darle la vuelta al resultado y sorprendió a un Zamora que se vio encerrado en su área durante bastantes minutos. Dominaron los pupilos de Martín y dispusieron de numerosas llegadas, aunque las ocasiones claras de gol escasearon. Las acciones a balón parado fueron el recurso más peligroso del equipo blanquiazul, con Edu Bedia y Josemi demostrando su calidad para poner la pelota en el área con mucho peligro. Sin embargo, a la Gimnástica le faltó la pegada y la efectividad que sí demostró el Zamora en este partido.

Alberto Gómez pudo conseguir el empate con un disparo que despejó Fermín a córner con muchos apuros. Cuando peor lo estaba pasando el conjunto zamorano, llegó su segundo gol. Roger recuperó un balón en campo de la Gimnástica y cedió a Mora para que, desde la frontal del área, sacara un potente disparo que se coló por la escuadra de la portería de Sotres. Tras ese varapalo, Fran Martín quemó todas sus naves e introdujo un triple cambio en el que hizo debutar al juvenil Hoyuela. Sin embargo, una Gimnástica muy tocada pagó los riesgos asumidos en defensa y recibió dos goles más en los minutos finales, con un doblete del delantero Pito Camacho, que había saltado al campo poco antes.