Montero replica a Sánchez que «la prioridad feminista» no es romper los ‘techos de cristal’ Saturday, 04 March 2023
La ministra de Igualdad pide al PSOE que no apruebe la reforma del ‘solo sí es sí’ con «los adversarios de las mujeres»
El feminismo alineado con la izquierda afronta su fecha más simbólica, este miércoles 8 de marzo, en un insólito clima de división que amenaza con trasladar a las calles el cisma en el Gobierno por la reforma de la ley del ‘sí es sí’, pero ya no solo: también por el modo de defender los derechos de las mujeres y sus prioridades. Podemos, erigidos sobre su baluarte político y ideológico -el Ministerio de Igualdad que comanda Irene Montero-, ha organizado este mediodía un acto con motivo del 8-M, ‘Mujeres que transforman’, a modo de contraprogramación del mitin para hacer valer su legado en este mismo terreno protagonizado por los socialistas a un puñado de kilómetros también en Madrid. Y en él, la ministra Irene Montero, enfrentada al socio mayor del Ejecutivo por la propuesta de modificación de la norma de libertad sexual que se votará en el Congreso la víspera de la jornada reivindicativa por antonomasia del feminismo, ha lanzado un doble aviso al presidente Sánchez. No le ha pedido únicamente lo previsible: que no saque adelante el retoque de las penas del ‘solo sí es sí’ con la derecha del PP y Vox, «los adversarios de los derechos de las mujeres» que se disponen a «dar palmadas de alegría» por su decisivo papel y a copar «las portadas» ante el 8-M. También ha advertido al líder socialista, implícitamente, sobre la nueva ley de paridad que ha anunciado hoy.
La titular de Igualdad no ha hecho referencia a la iniciativa que ha desvelado hoy Sánchez en su propia convocatoria, coincidiendo con el Día de la Mujer y en plena división en su Consejo de Ministros para la reforma de la ley cuyas lagunas han favorecido ya la rebaja de pena a más de 700 condenados, con un 10% de excarcelaciones, por agresiones sexuales. Pero la tardanza con que ha empezado el acto previsto por Podemos con Montero y su secretaria general, Ione Belarra, al frente y varias candidatas a las elecciones locales del 28 de mayo ha dado lo ha solapado con el discurso de Sánchez. Y la ministra de Igualdad ha querido dejar claro que, con ser «importante», «la prioridad», para su departamento, su partido y, a su juicio, el conjunto de «todas las mujeres» que deben protagonizar este 8-M no pasa hoy solo por ocupar «los espacios de toma de decisión» y de «representación»; es decir, por romper el llamado ‘techo de cristal’ que impide a quienes encarnan a más de la mitad de la población alcanzar el lugar donde se ejerce el poder.
«La prioridad», ha incidido Montero, es que «las feministas y los feministas» genuinos «llenen las instituciones» y no que las copen mujeres como Isabel Díaz Ayuso, que no lo son y que despliegan políticas como la sanitaria que van en contra de los derechos de las de su género mientras reparte «presuntas mordidas» a sus familiares. En lo que ha tenido todas las trazas de una réplica al anuncio del presidente, su ministra de Igualdad ha proclamado que «nuestra prioridad no es que unas pocas mujeres consigamos reventar los ‘techos de cristal’, que es muy importante. Nuestra prioridad es que la última mujer, la más machacada, la que más vulnerados ve sus derechos se pueda despegar del suelo pegajoso y pueda llegar a pensar que ella también puede reventar ese ‘techo de cristal’. Una identificación del feminismo con la defensa compartida de los sectores sociales más vulnerables que ha permeado todo el mitin y que Montero ha preludiado reclamando a sus socios una reforma «feminista» de la ley del ‘solo sí es sí’ que responda a las víctimas y a la «inquietud» ciudadana sin retornar al «Código Penal de La Manada»; el fetiche de los morados para denunciar que la propuesta del PSOE de endurecer de nuevo la horquilla de penas en las agresiones en las que medie violencia representa un «retroceso», para sus promotoras, sobre el corazón de la norma: el consentimiento. Y que renuncie a sacar adelante este martes 7 de marzo, horas antes del Día de la Mujer, el cambio social gracias al aval del PP y Vox, a los que las participantes han equiparado a «los reaccionarios» que tratan de frenar por métodos «legales o ilegales» los «avances» patrocinados por Podemos. Reaccionarios entre los que han incluido a parte de la Judicatura.
Contra Botín y el «pirata» Ferrovial
El tenor del mitin lo ha dejado sentado Belarra desde el inicio mentando un tabú: el equipo «feminista» que lidera su partido desde hace dos años ha sido capaz, ha enfatizado, de sobreponerse al vaticinio de que iba a «desaparecer» tras la marcha de Pablo Iglesias la primera línea de la política. Y abriendo el camino por el que han ido transitando el resto de alocuciones, ha vinculado en su intervención el feminismo con el amparo a los derechos de la ciudadanía, singularmente de la que vive en situaciones más precarias; algo que constituye la columna vertebral del discurso de Podemos, pero con una significativa vuelta de tuerca. No solo han menudeado en el mitin las críticas a la estrategia de una dirigente como Ayuso. La también ministra de Asuntos Sociales ha trazado una línea nítida entre las mujeres que hacen bandera de sus derechos en conexión con los colectivos que más padecen la desigualdad y aquellas otras que no solo no lo hacen, sino que están del lado de lo que los morados interpretan como poderosos. Feminismo, ha advertido, «no es que Ana Patricia Botín presida» un banco de las dimensiones del Santander, sino «topar las hipotecas» para evitar que empresarios como ella se enriquezcan «escandalosamente» a costa de las familias más apretadas por la crisis y la subida de los tipos de interés.
«Por eso proponemos atarles en corto», ha clamado Belarra, en una línea argumental que le ha llevado a enlazar el feminismo con las críticas a Ferrovial por su marcha de España y con la exigencia a sus socios de Gobierno de que cumplan con las leyes pendientes. La líder de Podemos ha acusado a la compañía de Rafael del Pino de actuar de manera «pirata» tras extraer provecho de su negocio en el país y ha exigido a su compañía los recursos públicos de los que haya dispuesto y se hayan detraído de la sanidad o la educación. «Poner la lógica de la vida por encima de los beneficios económicos, eso también es feminismo», ha remachado.