Con la vista puesta en el verano, son muchas las personas que deciden ponerse en forma. Para ello, es imprescindible llevar una dieta sana y equilibrada y, por su puesto, hacer ejercicio físico. Algunos optan por practicar algún deporte al aire libre y otros prefieren no salir de casa y realidad la actividad física con toda la comodidad del mundo.

No obstante, la gran mayoría decide apuntarse al gimnasio porque así sienten la obligación de tener que ir al estar pagando y crear este hábito saludable. Sin embargo, lograrlo no es tarea fácil, sobre todo si la persona no está habituada a hacer ejercicio de forma regular. Para que puedas sacar más partido al gimnasio, es imprescindible no caer en los errores más comunes. Por eso, vamos a echarte una mano con ello.

Errores comunes de un principiante en el gimnasio

El primero de ellos pasa por realizar una rutina genérica sin asesoramiento o valoración previa por parte de un entrenador personal. La ayuda de estos profesionales es muy recomendable para que puedan evaluar las necesidades de cada persona, así como para conocer si sufre alguna dolencia, corregir patrones establecidos y aprender otros nuevos.

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En esta misma línea, también destacaría la errónea elección del tipo de rutina que se va a llevar a cabo. Lo más adecuado es realizar una full body en las que se trabaja tanto el tren superior como el inferior y el core, comenzando con una frecuencia de 2 o 3 días a la semana. Cuando el cuerpo se haya acostumbrado, se puede pasar a rutinas de 4 días conocidas como torso-pierna, que consiste en realizar trabajos de tren superior dos días y de tren inferior los otros dos. Una vez adquirido cierto nivel se puede pasar a las rutinas Weider que dividen los grupos musculares por días: pectoral, espalda, brazos, pierna, etc.

Tampoco es bueno entrenar solo con máquinas guiadas, ya que hay que trabajar con el propio cuerpo, ya sea con mancuernas o ejercicios que incluyan barras. Estos ejercicios involucran la musculatura y son más completos, mientras que, si solo se hacen ejercicios con máquinas, estas terminan por aislar la musculatura. Un mix de ambas es lo más acertado para comenzar y progresar de forma sencilla.

También se debe evitar, en la medida de lo posible, las clases colectivas. Estas son una buena opción como complemento, pero no sirven para ser la base más adecuada para una rutina fitness al no realizar ejercicios de forma individual. Además, requieren un nivel físico mínimo que, en muchos casos, no se cumple.

Calentamientos y descansos

Otro error importante es no trabajar todos los grupos musculares con el mismo nivel de importancia. Las mujeres tienden más a definir el tren inferior, el glúteo y la musculatura del core, mientras que los hombres prefieren darle más importancia al tren superior, es decir, el pectoral o los bíceps.

Abusar de la intensidad en los entrenamientos tampoco es buena opción. Llegar al fallo muscular, es decir, alcanzar el límite que te impide seguir ejercitando la actividad física, solo es recomendable para personas expertas y solo en determinados contextos. Por tanto, es más efectivo dejar un margen y poder realizar más repeticiones en la serie. Para el tren superior se recomiendan de 2 a 3 y para el tren inferior de 3 a 4.

No realizar un calentamiento previo o trabajos de movilidad es peligroso y contraproducente

No realizar un calentamiento previo o trabajos de movilidad es contraproducente. Es bueno poner en práctica una activación general en una elíptica o en máquina de remo o realizar la primera sesión de cada ejercicio con un peso menor. Por último, otro error de principiante es no respetar los descansos entre entrenamientos. Lo recomendable sería realizar 2 sesiones semanales para llegar a 3. Eso sí, manteniendo 48 horas de recuperación entre cada sesión y siendo consciente de que dormir de 7 a 8 horas es imprescindible.