«Una inútil ‘inhabilitación’ que solo demuestra que el régimen sabe que ya está derrotado. Ahora votaremos con más fuerza, más rebeldía y más ganas en las primarias. Aquí quién habilita es el pueblo de Venezuela. Hasta el ¡final es hasta el final!». Esta declaración de intenciones corresponde a María Corina Machado, 57 años, fundadora del movimiento político Vente Venezuela, tras ser inhabilitada para competir por un cargo de elección popular durante los próximos 15 años. Machado se había inscrito para participar en las primarias de la oposición que tendrán lugar el próximo 22 de octubre.

La inhabilitación, por un lado, complica la carrera de Machado hacia la presidencia de Venezuela en las elecciones del 2024, y por otro confirma que el régimen de Nicolás Maduro continúa con su política de apartar del camino a cuanto adversario opositor salga a su paso. El líder chavista ya anunció hace algunos meses, después de las mesas de diálogo en México y Bogotá, que habrá elecciones libres en su país cuando Venezuela esté libre de sanciones y de «medidas coercitivas unilaterales. O hay elecciones libres de sanciones o hay elecciones libres de sanciones. Ese es el dilema», aseguró.

Maduro parecía estar madurando hacia una democracia exigida por la comunidad internacional, con la que últimamente parecía haber aproximado posiciones, incluso con EE UU, todo consecuencia directa de la crisis energética provocada por la guerra entre Rusia y Ucrania.

La inhabilitación de María Corina Machado ha tenido reacciones en contra del régimen de Maduro de todos los colores políticos. El Gobierno de EE UU, por mediación de Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, mostró su preocupación por el decreto de apartar de unas elecciones a una candidata. «Esta decisión priva al pueblo venezolano de derechos políticos básicos», declaró Miller.

La proscripción de la candidata recibió también la crítica de Gustavo Petro, presidente de Colombia, que hasta ahora realizaba esfuerzos para servir de mediador en el proceso de diálogo entre la oposición y el chavismo. «Es claro que ninguna autoridad administrativa debe quitar derechos políticos a ningún ciudadano», escribió en Twitter.

Pero el apoyo directo a Machado también se lo han transmitido políticos de la derecha como Alejandro Abascal, de Vox: «El tirano socialista Maduro ha inhabilitado a la valiente María Corina Machado. Mi solidaridad con ella y con el pueblo venezolano». También Alberto Núñez Feijoo, líder del Partido Popular, animó a Machado «en este momento complicado para ti y para Venezuela».

La Contraloría General de Venezuela justifica la inhabilitación a Machado tras una investigación patrimonial en la que la Fiscalía ha encontrado acciones que atentan contra la ética pública, la moral administrativa, el Estado de derecho, la paz y la soberanía de Venezuela. También es acusada de haber participado en una trama de corrupción orquestada por Juan Guaidó, exdiputado opositor que durante muchos años fue considerado presidente interino de Venezuela por parte de la comunidad internacional. «Yo le diría al régimen que la desesperación es mala consejera, y parece que están bien desesperados porque no hacen sino cometer error, tras error», advirtió Machado.