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Cuando vamos al médico en España, ya sea de urgencias o con cita previa, nos atiende un especialista en la medicina, nos da un diagnóstico, y nos manda pruebas y medicación si es necesario. Como mucho, tendremos que abonar en la farmacia el coste de los medicamentos, total o parcial.

Pero, en países como EEUU la cosa cambia, y a las semanas de haber sido atendido en urgencias, al enfermo le llega a casa una factura desorbitada por todo el tratamiento que ha recibido. Esto es lo que le ha ocurrido a Amanda Snyder, una tiktoker con más de 50.000 seguidores que tuvo que llevar a su hijo al hospital para una operación de una hernia. Como cuenta en su vídeo, le ha llegado a casa la factura y es demencial.

El hijo de Amanda fue intervenido por la presencia de una hernia en el estómago, bastante superficial, por lo que la operación se realizó en unos pocos minutos con un procedimiento estándar. Justo antes de la operación, mientras ella y su hijo esperaban en la sala de operaciones, el pequeño se cayó de la silla y se golpeó la cabeza. Los médicos “le dieron un paracetamol y una bolsa de hielo”, afirma Amanda. Esas dos cosas tuvieron un precio de 390 dólares, unos 357 euros al cambio.

La anestesia es de lo más caro

A la hora de realizar la operación, el hijo de Amanda tuvo que ser anestesiado por unos diez minutos. El precio de esa anestesia ha sido de 7.800 dólares, tal y como cuenta la joven, lo que son 7.140 euros al cambio, aproximadamente. Tras la intervención quirúrgica, el niño tuvo que permanecer en la sala de recuperación unos minutos, hasta que su madre pasase a recogerlo para llevarlo a casa. Esa gestión costó 1.100 dólares, unos 1.000 euros al cambio.

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Pero los gastos no acaban aquí. En concepto de “servicios de quirófano”, el hospital le ha cargado una cantidad de 3.400 dólares, unos 3.110 euros. Amanda ni siquiera sabe “para qué son”, porque ya le han cobrado aparte los gastos por medicación intravenosa, suministros médicos y suministros quirúrgicos. La tiktoker explica que su seguro médico se ha hecho cargo de la mayor parte de los gastos, pero aun así sigue debiendo 5.600 dólares, unos 5.120 euros al cambio.

La joven se pregunta cómo es posible que sean capaces de cobrar tanto por una operación de “diez minutos”. “¿Cómo se supone que voy a vivir, reír y amar en estas condiciones?”, lanza una pregunta a sus seguidores. El vídeo de Amanda ya acumula más de 473.000 visualizaciones y 13.800 “me gusta”.

Sus seguidores, indignados

La caja de comentarios es todo un mundo de contrastes. Están sus seguidores europeos, que se llevan las manos a la cabeza, porque una intervención así en sus países sería gratis o casi gratis. Mientras que otros ciudadanos estadounidenses se lamentan de su sistema de salud, y afirman que “se trata solo de ganar dinero, no de ayudar o cuidar a las personas”.