Alberto Núñez Feijó elevó este viernes el tono contra el presidente del Gobierno al que acusó de«incendiar el problema» de Ferrovial con sus «insultos» a Rafael del Pino. «¿Usted cree que se puede insultar a un presidente de una compañía por parte del presidente del Gobierno, que debería ser el que solucione el problema, y no el que lo incendie? Llueve sobre mojado», cuestionó el líder del PP a su salida del Congreso tras inaugurar unas jornadas en defensa del sistema alimentario español.

El dirigente gallego se refiere así a la comparecencia de Pedro Sánchez en Dinamarca donde aseguró 24 horas antes que «en España hay empresarios comprometidos» pero «no es el caso» de Del Pino, apuntando a que detrás de la decisión de cambiar la sede de Ferrovial a Países Bajos está el «interés» del empresario de evitar el impuesto a las grandes fortunas. «Si yo fuese presidente del Gobierno -avanzó-, desde luego llamaría a la empresa para ver qué gana yéndose de España, y valorando la posibilidad de que gane lo mismo manteniéndose en nuestro país».

Feijóo reconoció haberse llevado «un disgusto personal e institucional» con la marcha de Ferrovial y pidió «intentar disminuir la tensión provocada por el Gobierno» dando «elementos» a los accionistas de la empresa «para valorar que no tomen esa decisión» en vez de seguir en la disputa pública.

Lejos de rectificar su actitud, el Gobierno volvió este viernes a ir al choque con Del Pino recordándole que «buena parte» de la fortuna de Ferrovial «se ha hecho gracias a España», teniendo en cuenta que la familia Del Pino es «la tercera o cuarta. «La patria -dijo- no es sólo hacer patrimonio es ser solidario, arrimar el hombro y ayudar a tu país cuando te necesite».

Para Sánchez lo que está detrás de esta salida no es la «estabilidad jurídica», como esgrime la compañía, sino la «justicia fiscal», esto es, que «aquellos que tienen más tiene, tienen que contribuir más al erario público pagando más impuestos». Moncloa cree que, en realidad, tras el movimiento hay un «interés personal» del presidente de la compañía por lograr beneficios fiscales en los Países Bajos y evitar pagar el impuesto de patrimonio en España.

El líder de PP aprovechó su paso por la Cámara baja para reivinidcar la necesidad de que una comisión parlamentaria indague sobre la trama Mediador que ha puesto en cuestión la «honorabilidad» de los diputados y senadores con «prácticas bochornosas». «Si el Congreso quiere mantener la legitimidad para pedir comisones de investigación para los demás, debe aceptar investigarse a sí mismo», aseveró.

Cree además que si la Policía pide registrar el despacho del exdiputado del PSOE, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, debe poder hacerlo, aunque a estas alturas pueda ser poco efectivo si está ya ocupado por otra persona.