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La inflación hunde la tasa de ahorro de los hogares al 7,2%, mínimos de 2018 Friday, 31 March 2023

La inflación hunde la tasa de ahorro de los hogares al 7,2%, mínimos de 2018

La pérdida de poder adquisitivo provocó que en 2022 las familias españolas apenas ahorrasen 58.457 millones de euros, un 46% menos que el año anterior


El ahorro de las familias se agota a un ritmo mucho mayor de lo esperado. Los hogares se están viendo obligados a tirar del colchón acumulado durante la pandemia para hacer frente al incremento de los precios que ha suspuesto que, para un mismo nivel de consumo, haya que realizar un gasto mucho más elevado.

La imparable subida de la inflación el pasado año provocó que la tasa de ahorro de los hogares cerrase el ejercicio en el 7,2% sobre la renta disponible. Son 6,6 puntos menos que en 2021 (13,8%) y la cifra más baja desde 2018. Lejos queda ya el 17,7% que se alcanzó de media en el año de la pandemia, en pleno cerrojazo de la actividad económica.

Las cifras publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que los hogares prácticamente gastaron más de lo que ahorraron en el conjunto del ejercicio. En concreto, el gasto en consumo final se incrementó un 11,5% hasta los 756.862 millones de euros, mientras que la renta disponible apenas creció un 3,6%, hasta los 817.536 millones de euros. Así, el ahorro fue de 58.457 millones de euros, lo que implica un desplome del 46% en esos términos absolutos respecto a el dato de 2021.

Añadiendo a la ecuación los datos de inversión de las familias, resulta que los hogares tuvieron una necesidad de financiación (déficit) de 1.753 millones de euros en 2022. Desde el INE indican que no tenían una necesidad tan elevada desde 2008.

Si solo se tiene en cuenta el cuarto trimestre, la tasa de ahorro se sitúa en el 14,5% de su renta disponible bruta, frente al 15,9% del mismo trimestre del año anterior.

En concreto, el gasto en consumo final de los hogares se estima en 190.440 millones de euros, con un incremento del 5,9% respecto al mismo trimestre del año anterior. Con ello, el ahorro del sector se cifra en 32.344 millones (en el cuarto trimestre de 2021 fue de 33.967 millones).

Si eliminamos los efectos estacionales y de calendario (por lo general el ahorro disminuye en el primer y el tercer trimestre y aumenta en el segundo y el cuarto), la tasa de ahorro del sector aumenta 5,8 puntos respecto al trimestre anterior y se sitúa en el 9,1%.

Respecto al mismo periodo de 2021, el gasto en consumo se incrementó casi un 6%, mientras que la renta disponible subió menos, un 4,22%. El ahorro bajó así un 4,8% en esa comparativa de trimestres de cada ejercicio. La inversión, por su parte, bajó un 24,1%.

Las heridas de la crisis

La evolución del ahorro de los hogares evidencia las heridas que aún persisten de las recientes crisis (primero la sanitaria, después la energética). A mitad de 2020, la tasa de ahorro corregido de efectos estacionales alcanzó un pico nunca visto del 25,1%. El confinamiento y el cerrojazo económico provocó ese menor gasto que, poco a poco y con la apertura de la actividad, los españoles fueron soltando.

Esa reducción de la tasa de ahorro en los trimestres posteriores -en 2021 rondaba ya el 12%- era síntoma de un buen indicador económico. Implicaba que volvíamos a consumir. Y el consumo es uno de los principales motores de la actividad de un país.

Sin embargo, todo apunta a que la reducción del ahorro que se produjo en 2022 no vino por esa vía. Es decir, no se ha destinando ese colchón a un gasto productivo o a mayores inversiones, sino más bien a afrontar la subida de precios, pagando más por el consumo de siempre.

Algunas voces apuntan ya a que el gran problema es que esa sequía de ahorros puede provocar ahora que la inflación empiece a golpear directamente al consumo privado. Es decir, las familias dejarán de gastar más por lo mismo y pasarán directamente a consumir menos.

De cara a 2023, la situación no parece que vaya a revertirse. Ya se están observando algunos indicadores que evidencian la mayor presión en los presupuestos de los hogares ante la pérdida de poder adquisitivo, como la salida de depósitos de los bancos. Es más, es previsible que la subida de los tipos de interés acometida por el Banco Central Europeo (BCE) empezará a notarse para muchas familias con más fuerza este ejercició, a medida que se vayan renovando las hipotecas a tipo variable.

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