La actuación, según detalló Fernández, consistirá en construir una pista de ‘pump track’ con «un recorrido un poco más largo» que el de la ya existente al disponer de una parcela con mayor superficie. «Tengo realizada la memoria y se contactará con varias empresas de ingeniería para concretar el diseño». El proyecto incluirá tanto la ejecución de la nueva instalación como la demolición de la actual, ya que «se pretende reutilizar los rellenos de tierra». La intervención, calcula el concejal, costará «entre 60.000 y 70.000 euros», aunque está por determinar con exactitud. La actual costó 50.000 euros.

La pista se levantará en la parcela verde contigua al edificio de Capitanía Marítima, en la zona que comprende desde el lado de la machina hasta el tintero, dejando libre el acceso a la zona de los toriles del coso taurino. El equipo de gobierno, antes de decantarse por este emplazamiento, ha barajado otros lugares posibles del municipio, como la cantera de El Carmen y la parcela trasera de la antigua Casa del Mar. «La cantera tiene los usos limitados y sería obligatorio hacer una modificación puntual del Plan General, y el espacio posterior a la Casa del Mar no es de titularidad municipal. Además, es estrecho y está junto al centro de salud, por lo que no resulta idóneo por el ruido que se pueda generar». El edil reconoce que no hay más alternativas viables y la finca elegida -al lado también de la pista deportiva de El Secadero- ha sido elegida atendiendo a su ubicación y dimensiones.

Con esta intervención, los dos partidos del equipo de gobierno (Santoñeses y PP) cumplirán con un compromiso de sus respectivos programas electorales y con un reciente acuerdo del Pleno, impulsado por Vox, en el que se acordó, con los votos en contra del PSOE y PRC, la reubicación de la pista en cuanto se encontrara otro lugar alternativo en el municipio.

La construcción de este circuito por parte del anterior Gobierno el pasado mayo despertó el rechazo de buena parte de los vecinos, que se mostraron en contra de su construcción en una zona verde de El Pasaje. Se llegó a celebrar una manifestación para exigir su instalación en otro lugar «que no dañe el paisaje natural de Santoña». Socialistas y regionalistas defendieron el equipamiento asegurando que «no existe otra alternativa de suelo» y que toda la polémica era por la cercanía de las elecciones municipales.