Durante el fin de semana, el embajador chino en París, Lu Shaye, estuvo a punto de echar por tierra la ambigüedad que mantiene China respecto a la guerra en Ucrania. El representante chino en Francia provocó una tormenta política con unas polémicas declaraciones en las que cuestionaba la soberanía de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética (URSS). El Gobierno de Pekín trató este lunes de calmar el enfado de la Unión Europea (UE), desmarcándose de las palabras de Shaye y asegurando que «respeta» la independencia de los países surgidos tras el colapso de la URSS. La portavoz de Exteriores china, Mao Ning, aseguró, además, que mantiene relaciones «de amistad» con todos estos países.

Las explicaciones del Gobierno chino han servido para calmar las aguas, que permanecían revueltas desde que en una entrevista, el sábado, su embajador en París asegurara que las antiguas repúblicas soviéticas no tienen «estatus efectivo» como países. Los ministros de Exteriores de la UE reaccionaron con enfado a estas palabras. También el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien dijo que eran «inaceptables». Con todo, tras las declaraciones del Gobierno chino aseguró que el incidente «fue clarificado» y dio por zanjada la polémica.

Los países bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) fueron más allá y convocaron este lunes a los embajadores chinos en sus capitales para pedirles explicaciones sobre la postura de su homólogo en París. El ministro lituano de Exteriores, Gabrielus Landsbergis, confirmó que se han iniciado los contactos para formar un frente común ante unas palabras «completamente inaceptables». Subrayó, igualmente, que estos tres países no eran soviéticos, sino que fueron «ocupados ilegalmente» por la URSS.

Más concretamente, los Bálticos tratan de averiguar «si la posición de China» ha cambiado. En su opinión del ministro lituano, las palabras de Shaye no hacen sino replicar la narrativa rusa en torno a Ucrania, que el Kremlin considera parte de su territorio y no un país independiente y soberano. «Cuestionar estos dos conceptos es algo peligroso estos días», subrayó. Los representantes de la República checa e Italia también condenaron estas declaraciones. «Es importante que China respete a la UE y a sus Estados miembros. Estoy en desacuerdo con el mensaje del embajador», zanjó el titular de Exteriores italiano, Antonio Tajani.

La controversia llega en un momento especialmente sensible, ya que el bloque se encuentra en pleno debate para «recalibrar» su relación con el gigante asiático. Los Veintisiete abordarán esta cuestión en la cumbre europea de junio, tal y como anunció este lunes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Mientras, la Embajada china en París trata de pasar página y ha eliminado de su web la transcripción de la entrevista sin dar más detalles.