José Luis Pérez

Santander

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Jueves, 28 de diciembre 2023, 14:47

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En el mundo de la hostelería conviven proyectos que conllevan un desarrollo empresarial ambicioso y complejo con otros más humildes, que cumplen con el rol de hacer frente a un autoempleo y de hacer realidad un sueño. Estos, sin embargo, no deben de ser menos interesantes y atractivos para el cliente, la clave, como siempre, está en la propuesta gastronómica impulsada por la ilusión y el buen hacer de los profesionales que estén al frente.

Rubén Álvarez (32 años), aunque natural de Valladolid, ha vivido en Cantabria desde los 11 años. Desde pequeño, la cocina fue su afición, no en vano su madre, Ester, es cocinera profesional y «muchos años tuve que esperar en las cocinas que acabase trabajar», comenta Rubén. Sus inicios en la hostelería se sitúan en Torrelavega, tras el debut en el Nairobi pasó a El Pericote (2015-2021), donde ejerció más en la sala que entre los fogones. Abandonó entonces la hostelería «para probarme a mi mismo en otro sector, pero un accidente laboral me llevó a reconsiderar el regreso a la restauración. Encontramos este negocio, que había estado abierto durante 25 años pero con otro concepto. Nos encajó, es un sitio tranquilo, rodeado de naturaleza y cuenta con una vivienda donde residimos con nuestros dos hijos».

Con grandes dosis de valentía y entusiasmo, en pasado 14 de septiembre Rubén y Sara abrieron La Nueva Santuca, a orillas del Camino de Santiago, con el objetivo de ganarse el paladar de la clientela con una «cocina de producto que transmita algo, sin florituras, pero que cuando comas algo en esta casa quieras volver a comerlo», señala Rubén.

Entre semana cuentan con un menú del día de 15,90 euros en el que no faltan un plato de cuchara, arroz o pasta, ensalada, carne, pescado o verduras en revuelto o timbal, además de postre.

La carta está equilibrada con suficientes y variadas especialidades como para tener alicientes para ir más de una vez a este restaurante si te agradan, por ejemplo, sus tartares. El de carne es de vaca y lleva brotes germinados, cebolla, guindilla y huevo; el de atún rojo (de Balfegó) lleva tomate, aguacate y cebollino.

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Precisa Rubén, «aquí todo es de elaboración propia» y a continuación destaca la buena acogida que están teniendo los callos y el revuelto de bacalao. La receta de los callos a la castellana es «de la familia, pasa de generación a generación. Se cuecen los callos por una parte y por otra se prepara un fondo con los huesos. Luego todo se mezcla y se añaden la cecina de León y el chorizo de Cigales», apunta el chef. Respecto al revuelto, comenta que «mezcla la tradición castellana y portuguesa, lleva pimiento, cebolla y huevo poco hecho». Aunque en la carta también llaman la atención otros entrantes como las rabas, las mollejas empanadas, las croquetas caseras, la morcilla de Cigales o el foie fresco a la plancha, es con la carne con la que mejor se maneja el cocinero. AgroCantabria es el proveedor de cabecera, pero sin desdeñar cualquier oportunidad que se pueda presentar para comprar piezas de calidad contrastada, como en esta ocasión un solomillo de un ejemplar de Soba.

La oferta se completa con un plato de cuchara, dos tipos de arroces, pescados a la plancha (lubina, rodaballo...) y postres caseros como una bomba de chocolate con coulant y helado de mango o la tarta de queso.

Dirección: Barrio Arroyo nº 7. Santillana del Mar.

Teléfono: 942 84 02 87.

Propietarios: Rubén Álvarez Petite y Sara Blanco Borbolla.

Inaugurado: 14 de septiembre de 2023.

Cocina: Rubén Álvarez.

Sala: Sara Blanco.

Estilo de cocina: De producto, con base tradicional y conceptos actuales.

Precio medio de la carta: Entre 25 y 35 euros.

Menú diario: 15,90 euros (de miércoles a viernes), con tres opciones para elegir en cada pase.

Capacidad: 40 comensales.

Terraza: 36 plazas.

Horario: De 11.30 a 18 h. aproximadamente. Abre solo las noches de viernes y sábado en temporada baja;en verano, abrirá todas las noches.

Cierra: Lunes y martes completos y noches salvo las del viernes y del sábado.

Bodega: 50 referencias.

Aparcamiento: Sí.