Basilio Baltasar presidió el jurado que falló en favor de Krasznahorkai y que formaron Berta Vías Mahou, Dulce María Zúñiga, José Enrique Ruiz-Domènec y Andrés Ibáñez.

Se le premia «por sostener la potencia narrativa que envuelve, revela, oculta y transforma la realidad del mundo», por «dilatar la versión novelesca de la enigmática existencia humana», y por «convocar la vigorosa lectura de una compleja fabulación y construir los fascinantes laberintos de la imaginación literaria», según el acta del jurado,

El fallo destacó como la obra del premiado «abarca en su elíptica y demorada evocación los sombríos, bellos y melancólicos paisajes del alma, la abrupta cartografía de la sinuosa peregrinación humana y los secretos murmullos de una ensimismada premonición».

László Krasznahorkai nació el 5 de enero de 1954 en la ciudad húngara de Gyula. Estudió Derecho y Lengua y Literatura y tras algunos años como editor, se convirtió en escritor. Abandonó la Hungría comunista en 1987 y viajó a Berlín Occidental para obtener una beca. En los noventa pasó largos períodos en Mongolia y China, y más tarde en Japón, escenarios que trajeron cambios estéticos y estilísticos en su escritura.

Mientras escribía la novela ‘Guerra y guerra’ (1999), viajó por Europa y vivió en el piso de Allen Ginsberg en Nueva York. Ahora vive recluido y sin contacto casi con el mudo exterior en las colinas de Szentlászló.

Su primera novela, ‘Satantango’ (1985), traducida como ‘Tango satánico’, le situó en el centro de la vida literaria húngara y es su obra más conocida. También destaca en su bibliografía ‘Melancolía de la resistencia’ (1989). Ambas novelas fueron llevadas al cine por su amigo el cineasta Béla Tarr. También están traducidas al castellano ‘Al Norte la montaña, al Sur el lago, al Oeste el camino, al Este el río’, ‘Ha llegado Isaías’, ‘Seiobo descendió a la Tierra’, ‘Relaciones misericordiosas’ y ‘El último lobo’.

Reconocido internacionalmente como uno de los maestros de la literatura húngara contemporánea, la recordada Susan Sontag comparó la obra de Krasznahorkai con las de Gogol y Melville. Para el también difunto W.G. Sebald el escritor húngaro supera con creces todas las preocupaciones menores de la escritura contemporánea».

Multigalardonado en Europa, mereció en 2021 el Premio Austríaco de Literatura Europea; en 2015, el Man Booker Internacional y en 2004 recibió del Gobierno húngaro el Premio Kossuth, uno de los más prestigiosos de su país, por el conjunto de su obra.

Convocado por primera vez en 1961 y recuperado en el 2011 «para subrayar los valores estéticos de la narrativa y la energía creativa de la imaginación literaria» , el Formentor fue fundado por un reputado grupo de editores europeos: Carlos Barral, Claude Gallimard, Giulio Einaudi, Heinrich Maria Ledig-Rowohlt, Barney Rosset, y Weidenfeld & Nicolson entre otros. En su palmarés figuran, Jorge Luis Borges, Samuel Beckett, Saul Bellow, Jorge Semprún o Witold Gombrowicz, que lo ganaron en su primera época. Tras su recuperación, lo han recibido en su segunda época Carlos Fuentes, Juan Goytisolo, Javier Marías, Enrique Vila-Matas, Ricardo Piglia, Roberto Calasso, Alberto Manguel, Mircea Cărtărescu, Annie Ernaux, Cees Nooteboom, César Aira, Liudmila Ulítskaya y Pascal Quignard.