El escritor japonés Ryūnosuke Akutagawa se suicidó en 1927 con tan solo 35 años. Pero en ese breve tiempo de vida escribió numerosas y estupendas historias cortas, hasta el punto de ganarse el apelativo en Japón de "padre de los cuentos".

La editorial Nórdica publica ahora en España un maravilloso relato de Akatagawa titulado El biombo del infierno, acompañado de las fantásticas ilustraciones de Marta Gómez-Pintado.

Ambientado en el periodo Heian (794-1185), el cuento narra la historia de Yoshihide, considerado el pintor más grande sobre la Tierra, quien recibe del señor de Horikawa el encargo de crear un biombo que represente las ocho regiones del Infierno Ardiente, donde los condenados son atormentados con una infinidad de torturas en medio de llamas feroces. Para poder plasmar adecuadamente ese infierno, Yoshihide comienza a torturar a sus aprendices.

Un libro como este, que tiene como uno de sus principales temáticas la obsesión artística, que plantea entre otros asuntos si un creador debe de priorizar su arte o su vida, tiene todo el sentido del mundo que esté ilustrado. Los magníficos y delicados dibujos de Marta García-Pintado —en negros, naranjas y rojos— acompañan a la perfección al texto de Akutagawa y reflejan con sutileza tanto el Infierno Ardiente como el infierno artístico-moral de Yoshihide, quien además de luchar contra sus propios demonios debe batallar para recuperar a su hija, a la que el señor de Horikawa ha hecho su amante. Una joya.