La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha presidido este miércoles su último pleno en el Ayuntamiento de la capital catalana y se ha despedido del cargo, tras ocho años al frente del gobierno municipal. En las elecciones del pasado 28 de mayo, obtuvo 9 escaños, y quedó en tercera posición, tras Junts y el PSC. «Está por ver el alcalde y el gobierno que salga el próximo sábado o los próximos meses. En todo caso, seguro que no volveré a presidir el pleno», ha afirmado en el consistorio barcelonés a modo de epílogo de su carrera como dirigente municipal. Colau ha asegurado que ha sido «un honor haber sido ocho años la primera mujer alcaldesa« de Barcelona. «La empatía, el respeto y el afecto han imperado la mayoría de las veces», ha agradecido al resto de concejales.

La alcaldesa de Barcelona hizo ayer un último intento de mantenerse en el equipo de gobierno. Trasladó a ERC y PSC un pacto a tres para repartirse la alcaldía. Socialistas y comunes tendrían la alcaldía durante año y medio cada uno y Esquerra, un año. Tanto el PSC como ERC rechazaron la propuesta. Se frustró de esta forma su tentativa de última hora para evitar la investidura de Xavier Trias (Junts), que se da ya por hecha.

Existe la posibilidad numérica de que ERC o el PP apoyen al candidato del PSC, Jaume Collboni. Si el socialista sumara a los comunes y a PP o ERC podría llegar a la mayoría absoluta. Pero ni Esquerra está en disposición de facilitar la investidura de un socialista en detrimento de un dirigente de Junts ni los comunes son partidarios de explorar fórmulas que incluyan al PP. El veto es mutuo. Los populares advirtieron de que no apoyarían a Collboni si los comunes están en el gobierno municipal. En Comú Podem se ha expresado en términos similares respecto al PP. «No haremos ninguna triangulación con el PP», han expresado este miércoles. Trias, por tanto, tiene el camino libre para volver a ser elegido alcalde.