El presidente de Mediaset España, Borja Prado, dejará su cargo próximamente, tan solo un año y medio después de su nombramiento. Lo hace, según se maneja en el sector televisivo, tras su progresiva pérdida de poder en el grupo y su disconformidad con la línea editorial. Así lo ha adelantado el lunes por la noche El Economista y han confirmado después fuentes de la propia compañía.

El empresario fue elegido presidente de Mediaset por el consejo de administración el 20 de abril de 202. Fue tras la marcha –una vez expirado su mandato- de Alejandro Echevarría, quien ostentó la presidencia de este grupo de medios de origen italiano durante 26 años.

En noviembre del año pasado, la compañía que controla entre otros canales Telecinco y Cuatro anunció en un comunicado a la CNMV que Prado asumiría «las labores de apoyo y colaboración a la línea editorial de los programas informativos». Sin embargo, a finales de junio quedó únicamente con responsabilidades institucionales, mientras que el consejero delegado, Alessandro Salem, se encargó del poder ejecutivo.

Cuando fue elegido presidente de Mediaset España, Prado se convirtió, tras Echevarría, en el consejero español más antiguo de Mediaset España. En concreto, llevaba 17 años como miembro del consejo de administración de la sociedad, 12 años como consejero independiente y ya desde 2018 como consejero dominical.

Prado abandonó la presidencia de Endesa en 2019 y previamente había ejercido de primera espada de Mediobanca en España. Antes fue vicepresidente de Lazard Asesores Financieros, consejero de Rothschild España, vicepresidente de la banca suiza UBS en España y presidente de Almagro Asesoramiento e Inversiones, entre otros cargos.