Pepa Fernández se encargó ayer de impartir el último taller del Aula Ortega y Gasset de la UIMP, una sesión en la que les explicó a los alumnos del curso, todos ellos jóvenes a punto de comenzar su etapa universitaria, cómo es ‘El mundo de la radio y el mundo a través de la radio’. Con más de dos décadas al frente del programa de RNE ‘No es un día cualquiera’ y varios premios en su haber, la periodista habló con conocimiento de causa de lo que significa la radio personal y socialmente, de cómo ha ampliado su campo de acción gracias a la tecnología y de cómo seguirá transformándose y acompañando a la gente. Ella descubrió su poder de bien pequeña. «Ya sonaba en mi casa siendo yo chiquitina, era la banda sonora de mi vida y ahí comenzó de forma innata mi interés por ella», contó en La Magdalena.

La radio y los medios de comunicación han cambiado «en lo práctico», en lo técnico, si bien «la forma de comunicarse sigue siendo esencialmente la misma», apuntó Fernández en la UIMP. Y la radio, internet y las redes sociales se complementan. «Internet nos ha permitido abrir nuestra audiencia potencial. Los programas pueden escucharse desde cualquier lugar del mundo. Además, nos ha dado la posibilidad de hacer una radio a la carta, donde puedes elegir las secciones del programa que más te han gustado y escucharlas de nuevo cuando quieras», señaló.

En este sentido, las redes sociales también permiten a los periodistas radiofónicos una interacción y un retorno casi inmediatos.

¿Y qué hay de una radio visual, una radio en la que entre en juego la imagen? «Solo hay dos medios que hacen trabajar la imaginación: la literatura y la radio. Si los perdemos nos quedamos sin ella y el ser humano no es nada sin imaginación», consideró Fernández. La idea de una radio visual no acaba de convencerle. «Es un medio sonoro por definición y esto ayuda a que sobreviva la imaginación», defendió en La Magdalena.

La radio persiste. Fernández, como muchos de sus compañeros de profesión, rechaza que vaya a desaparecer, que inevitablemente pierda o no renueve oyentes. «Va a sobrevivir porque es un medio extraordinario para combatir la soledad. A pesar de estar en un territorio donde prima la radio grabada y los pódcasts, el medio radiofónico tiene un punto de improvisación que acompaña y entretiene», y que puede combatir la soledad, una «epidemia» propia de este siglo. «La radio es un medio fundamental, no solo de comunicación, sino de compañía, una compañía invalorable».

Fernández fue la última ponente del Aula Ortega y Gasset, que durante cinco jornadas ha reunido en La Magdalena a 80 de los mejores expedientes de Bachillerato y FP de España. Dirigida por Emilio del Río, por el Aula han pasado el escultor José Cobo, la psiquiatra María López-Ibor, el periodista Álex Grijelmo o el consejero de Estado Manuel Pizarro.

«Espero que lo que hayáis aprendido os sirva para la vida más allá de los conocimientos», les dijo Del Río a los alumnos en su discurso de clausura, poco después de ponerles a los alumnos un vídeo con el discurso que Steve Jobs pronunció en Standford en 2005. Quizá imbuidos todos del ‘espíritu Jobs’, la clausura tuvo un poco de épica y de cierre de etapa. Del Río, profesor de Filología y divulgador de las humanidades, emplazó a los jóvenes a seguir su instinto y les encargó que no olviden una serie de asuntos de ahora en adelante: «Que hasta de los peores momentos se aprenden y se sacan lecciones», «que hay que leer» y que es preciso tener en cuenta que la inversión que ha hecho la sociedad en su formación se devuelve con una «actitud de servicio».

Julián Navarro, a punto de iniciar sus estudios de Medicina, fue el portavoz de los alumnos por aclamación popular. Agradeció en nombre de todos la «cercanía» del profesorado y lo «enriquecedor» de la experiencia. Y en un cierre no exento de épica, aseguró que los alumnos del Aula Ortega y Gasset 2023 van «a hacer de esta semana una vida entera».