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La genial inteligencia artificial para que los teleoperadores te dejen en paz Monday, 10 July 2023

Por fin alguien usa la inteligencia artificial por el bien de la humanidad: un servicio llamado Jolly Roger combina voz artificial con una dosis ilimitada de delicioso sadismo para martirizar a televendedores y timadores telefónicos, frustándoles con interminables conversaciones para besugos que les hacen perder el tiempo hasta que cuelgan furiosos para no volver a llamar nunca jamás.

El nuevo tren de alta velocidad más rápido del mundo

Jolly Roger es la creación de Roger Anderson. Según un reciente perfil en el Wall Street Journal —que publicamos este fin de semana— este ingeniero de telecomunicaciones de 54 años afincado en California decidió pasar a la ofensiva contra los televendedores “después de que uno llamara al teléfono fijo de la familia y le dijera una palabra malsonante a su hijo.” El primer disparo de su guerra contra esta escoria telefónica fue un contestador automático que decía "Hola" unas cuantas veces antes de colgar.

Luego llegó la artillería pesada de la inteligencia artificial y, usando tecnología generativa GPT, montó Jolly Roger, un servicio que por seis dólares al mesa absorbe las llamadas de los ‘telemarketers’ y se pone a hablar con ellos hasta volverles locos, haciendo que estas compañías pierdan tiempo y dinero.

Cómo funciona

Según el sitio web oficial de Jolly Roger Telephone Company, el contestador automático utiliza algoritmos de IA para mantener conversaciones realistas con los telemarketers. Detecta cuando una llamada es de un telemarketer y responde automáticamente con frases diseñadas para alargar la conversación lo máximo posible, haciendo que el que llama piense que tú estás interesado cuando en realidad está hablando con un robot.

¿Pero cómo funciona exactamente Jolly Roger? La técnicas son infernales, pero consiguen el efecto de convencer al televendedor de que está hablando con un humano. Un humano tremendamente irritante:

  1. imulación de Distracciones: El bot crea la ilusión de que hay distracciones en el fondo, como un televisor encendido o un perro ladrando, lo que hace que el televendedor crea que la persona al otro lado de la línea está ocupada y, por lo tanto, más difícil de convencer.
  2. Respuestas Vagas: Jolly Roger responde a las preguntas de los televendedores de manera vaga y ambigua, evitando comprometerse con cualquier oferta y alargando la conversación sin llegar a ninguna parte.
  3. Interrupciones y Cambios de Tema: El bot interrumpe frecuentemente a los televendedores y cambia de tema, lo que crea confusión y frustra los intentos del telemarketer de seguir un guion de ventas.
  4. Historias Sin Sentido: Jolly Roger cuenta historias largas y sin sentido que no tienen relación con lo que el televendedor está tratando de vender, lo que consume tiempo y desvía la conversación.
  5. Preguntas Irrelevantes: El bot hace preguntas que no tienen nada que ver con el producto o servicio que se está vendiendo, lo que lleva al televendedor a explicaciones innecesarias.
  6. Simulación de Confusión: Jolly Roger actúa como si estuviera confundido, haciendo que el televendedor tenga que repetir información y explicar conceptos básicos, lo que consume más tiempo.
  7. Acuerdo Falso: El bot a veces finge estar de acuerdo con lo que el televendedor está diciendo, solo para cambiar de opinión más tarde, lo que crea frustración.
  8. Simulación de Problemas Técnicos: Jolly Roger puede simular problemas con la llamada, como mala recepción o eco, lo que hace que el televendedor tenga que esforzarse más para comunicarse.
  9. Repetición de Frases: El bot repite ciertas frases o palabras, lo que puede hacer que el televendedor crea que está hablando con una grabación y se frustre.
  10. Emulación de Emociones Humanas: Jolly Roger es capaz de simular emociones como la frustración o la sorpresa, lo que lo hace más convincente y puede llevar al televendedor a creer que está cerca de cerrar una venta, solo para ser decepcionado.
  1. Evadir la Confirmación: Cuando el televendedor busca una confirmación clara para proceder, Jolly Roger evade dar un "sí" o "no" definitivo, manteniendo la incertidumbre.
  2. Expresiones de Asombro: El bot utiliza expresiones de asombro exageradas para hacer que el televendedor crea que ha captado su interés, solo para desviar la conversación nuevamente.
  3. Pausas Largas: Jolly Roger hace pausas largas antes de responder, lo que puede hacer que el televendedor crea que hay una oportunidad de venta, pero en realidad solo está alargando la llamada.
  4. Solicitud de Repetición: El bot a menudo pide al televendedor que repita la información, fingiendo no haber entendido o escuchado claramente, lo que consume más tiempo.
  5. Fingir Ser una Persona Mayor: En algunos casos, Jolly Roger puede simular ser una persona mayor que tiene dificultades para entender la conversación, lo que lleva al televendedor a hablar más despacio y repetir información.
  6. Comentarios sobre la Calidad de la Llamada: El bot hace comentarios sobre la mala calidad de la llamada, lo que puede hacer que el televendedor intente ajustar su equipo o hablar más claramente.
  7. Mencionar Ocupaciones Falsas: Jolly Roger a veces menciona tener ocupaciones extrañas o inusuales, lo que puede desviar la conversación hacia temas irrelevantes.
  8. Fingir Interés en el Producto: El bot finge estar interesado en el producto, haciendo preguntas detalladas, pero nunca llega a comprometerse con la compra.
  9. Usar Nombres Extraños: Jolly Roger utiliza nombres extraños o inusuales cuando se le pregunta cómo debe ser llamado, lo que puede desviar la conversación mientras el telemarketer trata de pronunciarlo.
  10. Hablar de Problemas Personales: El bot a veces comienza a hablar sobre problemas personales ficticios, buscando simpatía o simplemente desviando la conversación.

Hay más similares y los resultados son eprfectos. Lo mejor: los usuarios del servicio pueden escuchar las grabaciones de las llamadas para saborear sádicamente la frustración del televendedor o timador de turno. Si alguna vez has experimentado estas llamadas incesantes de la empresa de telefonía o banco de turno, puedes imaginar el disfrute de esta pequeña pero dulce venganza. Las conversaciones —puedes escuchar algunos ejemplos en inglés aquí— son desternillantes.

En el WSJ describen una llamada específica en la que un televendedor llamado Kevin llama a Anderson intentando vender algún producto de refinanciación de sus tarjetas de crédito o quizás en busca de sus datos personales para un timo financiero. "Entonces, ¿qué te parece [la oferta]? ¿Cuánto debes en tus tarjetas de crédito colectivamente?" le pregunta Kevin después de largos tomas y dacas. "Bueno, vamos a ver. Tengo muchos de ellos, ya sabes", responde la IA, "hay uno con una foto de un gatito y otro con una hermosa escena de playa. ¿Te gustan los gatitos o las playas?"

Con educación pero tocando los Wi-Fis

Aunque el objetivo de Jolly Roger es frustrar a los telemarketers, Anderson cuenta que su IA no es abusiva con los vendedores ni utiliza lenguaje ofensivo de ningún tipo. Su propósito es simplemente hacer que estas personas pierdan tiempo y la paciencia, lo que a su vez les hace perder dinero y, en última instancia, desincentiva las llamadas no deseadas a largo plazo.

En definitiva, en una era donde las empresas te intentan vender cosas agresivamente utilizando la tecnología en contra del consumidor, Jolly Roger es la primera herramienta para el contraataque, un uso creativo y efectivo de la inteligencia artificial para mejorar la calidad de vida de las personas y liberarlas de las molestas interrupciones de los vendedores telefónico.

No será el último: muchas otras personas están desarrollando herramientas automatizadas para luchar contra los abusos de los cargos innecesarios de compañías eléctricas, bancos, aerolíneas y todo tipo de empresas que te la intentan colar en cuanto pueden. Habrá que ver cómo responden estos últimos. Probablemente, con televendedores de IA (si es que lo permite la legislación). Pero, si al final es así, el vencedor de esta guerra termonuclear serían los consumidores: dos IA teniendo un diálogo de besugos durante horas sólo conducirá al fin de esas llamadas indeseables y esta lacra de la sociedad moderna que, esperemos, tenga los días contados. Es una pena que Jolly Roger todavía no haya llegado a España. Yo me suscribiría.


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