Después de cinco años en desarrollo, el futurista MQ-25 Stingray ha entrado en su fase de producción preliminar. Esta nave no tripulada va a revolucionar la capacidad operativa de la Marina de los Estados Unidos, expandiendo el alcance de la capacidad ofensiva de sus jets de combate F-18 y F-35, haciendo aún más letales a sus flotas de portaaviones y buques de ataque anfibios.

El avión diseñado por Boeing para ofrecer capacidades avanzadas de reabastecimiento de combustible directamente desde los buques de la US Navy también llevará a cabo misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR en sus siglas en inglés). Según la Marina norteamericana, el MQ-25 será un elemento esencial en la transformación y modernización de su capacidad aérea.

Por qué es importante

Boeing, que recibió el contrato de desarrollo en 2018, ha estado trabajando en variantes de desarrollo y pruebas del MQ-25. Este avión es una adaptación del programa UCLASS (Unmanned Carrier-Launched Airborne Surveillance and Strike), un proyecto previo de dron de combate multi-rol que fue cancelado. El MQ-25 será el inicio de operaciones regulares de drones en portaaviones, estableciendo los procedimientos operativos que serán más tarde transferidos a programas de aeronaves no tripuladas aún más avanzadas en futuros portaaviones de la clase Ford.

Ahora, por primera vez, la compañía del estado de Washington, ha mostrado imágenes y vídeos de la primera unidad de pre-producción del MQ-25. El vídeo, que muestra el fuselaje principal durante su traslado desde la línea de producción en la fábrica de Boeing en St. Louis hasta el espacio de pruebas estáticas. La fase de pruebas estáticas tiene como objetivo comprobar los sistemas electrónicos, eléctricos y de propulsión, primero de forma individual y luego en serie hasta comprobar su plena capacidad operativa. Este MQ-25 es es el primero de nueve unidades que se someterán a pruebas estáticas. Después de las pruebas estáticas llegarán las pruebas de estrés que vigilarán la formación de microgrietas en el fuselaje, un paso vital para asegurar la durabilidad de la aeronave a largo plazo antes de que puedan comenzar las pruebas de vuelo.

Las imágenes muestran un fuselaje final muy similar al demostrador T1 que ya ha sido probado con gran éxito por la Marina estadounidense. El MQ-25 de pre-producción tiene la misma entrada de aire enrasada y un escape en forma de trapezoide que el T1, lo que le da un aspecto de fuselaje de nave rebelde en una película de Star Wars. Según el blog especializado The War Zone, este diseño se ha demostrado perfecto para las operaciones navales.

El T1 estaba pensado como un avión multifunción con capacidad de combate y el MQ-25 —que ahora estará limitado al repostaje y reconocimiento— representará una transición más suave y eficiente hacia una producción avanzada de aeronaves de combate según las nuevas directrices del Pentágono, que busca la creación de un gran número de enjambres con miles de aeronaves para neutralizar a China en un posible conflicto por Taiwán.

Aumentar el poder de los aviones de combate naval

Una vez en servicio, el MQ-25 realizará tareas críticas de reabastecimiento de combustible, permitiendo que los jets F/A-18E/F y los F-35 tengan más alcance, aparte de liberar a las flotas de Super Hornet para que se centren exclusivamente en el combate. Además del reabastecimiento, el MQ-25 jugará un papel importante en las misiones ISR de la Marina, contribuyendo significativamente a la capacidad operativa de inteligencia y reconocimiento naval.

Según la US Navy, la integración y control de drones basados en portaaviones como el MQ-25 formarán un componente crítico en el lanzamiento del futuro caza de portaaviones de próxima generación NGAD.

El Pentágono había planeado que los primeros modelos de Desarrollo de Ingeniería (EDM) del MQ-25 fueran entregados en el otoño de 2022 y que el MQ-25 estuviera operativo en 2025 pero los retrasos en las pruebas y construcción han llevado su lanzamiento final hasta 2026. Pero, a pesar de los retrasos, el desarrollo de los modelos de pre-producción está cogiendo ahora velocidad.

La US Navy ha pedido 76 unidades del MQ-25: Cuatro son Modelos de Desarrollo de Ingeniería (EDMs), tres unidades de Prueba de Demostración de Sistema (SDTAs) y 69 aviones operativos.