Suena ‘Out of the Woods’, pero ¡ojo! no confundir con ‘Out of the Woods’... ¿Cómo? Se comprende la confusión y es que esta no es la primera vez que la ultrafamosa cantante de West Reading, Pensilvania graba esta canción. De hecho, está en el proceso de grabarse todo su repertorio al completo por segunda vez. No es mero capricho sino una forma de recuperar el control de su discografía desde que un tal Scooter Braun, productor y manager, decidiera comprar a sus espaldas todo su catálogo musical por 300 millones de dólares. En EEUU es habitual que las jóvenes estrellas cedan los derechos de sus primeros discos a las discográficas, también es práctica común que los contratos incluyan cláusulas de no re-grabación para que no haya dos copias de la misma canción danzando por ahí y de esta forma los dueños de dichos derechos (en este caso Scooter Braun) puedan forrarse con ellos. Pues, o el abogado responsable de redactar el contrato estuvo ‘despistao’ o simplemente la suerte que parece acompañar a la señorita Swift hizo acto de presencia: esa cláusula no se incorporó en su contrato, por lo que la artista se está cobrando su venganza. Lleva acumulados ya cientos de miles de dólares en beneficios por estas nuevas versiones que además han pasado a considerarse las oficiales. ¡Bien por Taylor!

Taylor no puede ni ver un erizo de mar. La otra cosa que le da pavor es acabar en la cárcel. En la reciente ‘Anti-Hero’, Swift también volcó sus impresiones negativas hacia sí misma («Yo soy el problema», «a veces me siento un monstruo», «¿ves cómo oculto con altruismo mi narcisismo encubierto?»). Cuenta que a veces podría mirar al sol, pero no a un espejo. Dicho esto, sabemos que preferirá un espejo a un terrorífico erizo de mar, tan amenazante y rápido de movimientos.

Eso es, Taylor es paupérrima al lado de George Lucas, el más rico de todos. Swift ha entrado este mismo año en la lista, gracias en parte al éxito de su descomunal ‘The Eras Tour’, que durará más de un año y medio para desquitarse de haber tenido que parar durante la pandemia —donde no dejó de sacar disco tras disco—. No lloremos por ella, ya tiene unos 1.100 millones en la hucha. En ‘The Man’, de 2019, se metía con la obsesión con el dinero. Típicas ideas de cuando todavía no eres milmillonaria.

20 añitos. Corría el año 2010 cuando Taylor se alzaba con su primer Grammy. Y no era uno cualquiera. Con ‘Fearless’ se convertía en la orgullosa propietaria del Grammy al Álbum del Año, el santo grial de estos premios. Desde entonces ha sido nominada ni más ni menos que 52 veces, de las cuales se ha llevado 14 estatuillas. Este año, además, la cantante ha hecho historia al convertirse en la única artista que ha ganado en cuatro ocasiones el Premio Grammy a Álbum del Año. Estos humildes redactores se compadecen profundamente del pobre diablo al que le toque quitarle el polvo a tanto gramófono dorado.

James Taylor, nacido en 1948, es uno de los grandes cantautores de country, el género musical que también marcó los inicios de Taylor (Swift). Desde entonces, ha coqueteado con el pop de estadio o con algo parecido al indie folk, colaborando con músicos como The National o Justin Vernon (Bon Iver). En ‘The Best Day’, Taylor recuerda su infancia y a su madre, cuando vivían en una granja de árboles de Navidad (sí, existen) y se iban de aventuras. La canción pertenece a una Taylor Swift muy diferente, pues se publicó hace más de quince años.

En ‘White Horse’, Taylor habla de que el suyo no es un romance de cuento de hadas, donde el príncipe va en un estupendo caballo blanco. El disco ‘Fearless’, de 2008, fue su verdadero salto a la fama, con canciones como esta y donde todos los singles subían como la espuma en el billboard. Pero ella sí que pasó parte de su infancia trotando y galopando a lomos de un caballo, motivo que aparece en varias canciones más, no necesariamente de equina temática, como el videoclip de otra de las más famosas: ‘Blank Space’ (sí, la de «tengo una larga lista de ex-novios, te dirán que estoy loca»).

¡Ay John Mayer! ¿Afortunado o desdichado Mayer? Es difícil juzgarlo. No cabe duda de que ser escogido por la considerada nueva Reina del Pop como su pareja sentimental debe considerarse un verdadero privilegio, pero por el otro lado uno no deja de ingresar en una lista de dudosa reputación. Taylor es conocida por haber construido su imperio musical a hombros de las canciones que ha dedicado a sus ex. Y digamos que tienden a no ser del todo amables. Es un poco como haber salido en las negritas de Umbral: un regalo y una maldición.

A estas alturas, parece indiscutible decir que ser una superestrella y ser extravagante son dos realidades que tienden a ir de la mano. Con Taylor Swift no iba a ser diferente. Y es que puede presumir de otra, diremos curiosa, distinción: esto es, ser la dueña de la tercera mascota más rica del mundo. Siempre a tenor de lo revelado por la prestigiosísima publicación All About Cats. El minino se llama Olivia Benson en honor a la afamada teniente de la serie de ficción ‘Ley y Orden’ y en su haber está un patrimonio neto de unos nada desdeñables 97 millones de dólares. No le gusta el pienso normal.

Una teoría apócrifa dice que la quinta canción de cada disco de Taylor Swift siempre es sobre «emociones vulnerables». ‘Delicate’ es una de ellas, por mucho que la portada del ‘reputation’ sea digna de rapero gangsta. La evolución de su imagen es muy palpable, de aquella en la que parece una sirena en Hawaii a las últimas, donde parece una musa del cine italiano. Por cierto, del anterior disco en publicarse se hicieron más de veinte ediciones distintas: vinilos, CDs, dobles ediciones, triples, cassettes, digital… alguien tiene que pagar los caprichos de Olivia Benson.

«Deja el perfume en la estantería / el que escogiste solo para él / para así no dejar ningún rastro». No sabemos si estos versos de su canción ‘Illicit Affairs’, amoríos ilícitos, fueron los que inspiraron a la cantante para crear su propia línea de perfumes, pero lo que es seguro es lo bien que le ha ido con este nuevo filón. Sí, sí, como Bustamante. Se conoce que la cosa de la música está muy malita y con llenar estadios no les daba. Lo cierto es que el que tiene talento lo tiene, y no cabe duda de que Taylor Swift para esto del Marketing vale.