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El ‘cinturón de hierro’ de Bilbao salva al PNV del avance de Bildu Monday, 22 April 2024


La coalición abertzale se felicita de ser «la primera fuerza de Euskal Herria», tras ganar este 21-A en Guipúzcoa y Álava y su afianzamiento en Navarra


Lourdes Pérez

Lourdes Pérez

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Lunes, 22 de abril 2024, 19:59

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Al filo de la medianoche del domingo, cuando el escrutinio de este 21-A había dejado a EH Bildu en puertas del sorpaso al PNV pese a su histórica cosecha –341.000 votos y 27 escaños empatados a sus rivales–, Arnaldo Otegi salió a valorar los resultados presumiendo de cómo su formación encarna «la primera fuerza política de Euskal Herria».

La intencionada mención al arreón en el País Vasco unido al afianzamiento de la coalición abertzale en Navarra tenía un doble objetivo: primero, maquillar que él y los suyos no habían logrado finalmente aventajar en Euskadi a los peneuvistas como ambicionaban; y, después, subrayar cómo el mapa del ‘país de los vascos’ al que aspiran –con la inclusión de los territorios franceses con cultura euskaldun– se va tiñendo elección tras elección con el verde manzana del logo de Bildu esquinando a sus competidores en su granero de Vizcaya.

En realidad, y una vez que ha arrebatado la victoria al PNV en una treintena de las localidades vizcaínas que éste controlaba en el último cuatrienio, es el Gran Bilbao la joya de la corona que se le sigue resistiendo a Bildu.

Ese ‘cinturón de hierro’ –metafórico en este caso– con el que se blindó la ciudad en la Guerra Civil a imagen de la línea Maginot francesa y al que, en la política pedestre, hoy se aferran los peneuvistas, que han cimentado de nuevo su resiliencia en la activación de la militancia vizcaína subida a la gabarra copera del Athletic.

Bildu experimenta el mayor crecimiento en la capital de todos los actores en liza, pero sigue a 17 puntos de los de Andoni Ortuzar e Imanol Pradales, aposentados a ambos lados de la ría del Nervión: se han impuesto en la Margen Izquierda –Barakaldo, Portugalete, Santurtzi y Sestao–, otrora coto del PSE, y en el corazón –Getxo– de la Margen Derecha.

«El territorio rojo del este»

Un ex alto cargo institucional vizcaíno del PNV acuñó la expresión «territorio rojo del este» para ironizar sobre la Guipúzcoa gobernada por la formación de Otegi en la legislatura foral 2011-2015, con ETA ya bajando la persiana. Hoy, el palacio de la Diputación está comandado por la entente de los nacionalistas con el PSE, pero con el independentismo abertzale como fuerza hegemónica en la provincia y extendiendo desde ahí sus tentáculos electorales, paso a paso, a la Euskal Herria aspiracional.

Tras quedar en las autonómicas de 2023 en tercera posición en Navarra por detrás de la derecha de UPN y los socialistas (con el PNV diluido en Geroa Bai) y una vez recobrada la Alcaldía de Pamplona gracias a la polémica cesión del PSN, Bildu se ha hecho aún más fuerte este 21-A en su fortín guipuzcoano, donde deja a los peneuvistas con solo siete de las 19 localidades que atesoraba desde 2020, con el único lenitivo de retener los dos más populosas: San Sebastián, por los pelos, e Irún.

Si los de Ortuzar lograron hace cuatro años vencer en los tres territorios, esta vez no solo sufren la previsible pérdida de Gipuzkoa sino también la muy simbólica de Álava, provincia que parecía impermeable a la izquierda abertzale. Espejismo. Los de Otegi han ido desplegándose, en la última década al calor del final de la violencia y con renovación de rostros, hasta trepar a este triunfo que incorpora, además, la guinda de Vitoria.

En Álava está el único pueblo vasco donde no han vencido el PNV o Bildu: Laguardia es del PP. Los socialistas han perdido Ermua, blasón de la resistencia contra ETA.

El sorpaso de los abertzales se frenó en las localidades con más población

EH Bildu superó este domingo todas sus marcas. Sacó 60.000 votos más de lo que hasta ahora era su récord y llegó a los 27 escaños. Pocos ‘peros’ se le pueden poner al debut como candidato de Pello Otxandiano. Sin embargo, hay un lunar que posiblemente haya impedido el sorpaso al PNV. De las quince localidades más pobladas del País Vasco –las que reúnen por si solas a 1.300.000 vascos, más de la mitad de la población– los jeltzales se han impuesto en once, incluidas dos de las tres capitales. EH Bildu solo fue mayoritaria en Vitoria, Rentería, Eibar y Durango.

El caso más significativo es el Gran Bilbao. Se trata de un objetivo que está sobre la mesa de la izquierda abertzale desde hace años. Sus cuadros y dirigentes son conscientes de que cualquier posibilidad de dar el salto y superar al PNV pasa por ganar terreno en la capital y la Margen Izquierda.

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