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Israel y sus aliados regionales interceptan casi la totalidad de los más de 300 drones y misiles lanzados por Irán Sunday, 14 April 2024


El jefe de las Fuerzas Armadas de Irán asegura que la operación «se completó con éxito» y que «no hay intención de continuarla»


Mikel Ayestaran | María Rego

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Sábado, 13 de abril 2024

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Israel despierta tras una noche que pasará a la historia porque vivió el primer ataque directo lanzado desde Irán contra el Estado judío. La operación iraní bautizada como «promesa vinculante» consistió en el lanzamiento de más de 300 drones y misiles de forma simultánea desde la república islámica, Líbano, Irak, Siria y Yemen. El ejército de Israel anunció que el 99% de los drones y misiles fueron interceptados por la defensa aérea, que contó con el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido y Jordania. En palabras del jefe del ejército, Daniel Hagari, «la amenaza iraní se enfrentó a la superioridad aérea y tecnológica del ejército, combinada con una fuerte coalición de combate». El Consejo de Seguridad de la ONU mantendrá hoy una reunión de urgencia.

The cost of Israel’s defense against Iran’s missile attack: "4-5 billion shekels ($1-1,3 billion) a night." pic.twitter.com/UiQnQXZk6G

— Clash Report (@clashreport) April 14, 2024

La república islámica dio por zanjada su venganza por el bombardeo de Israel contra su consulado en Damasco, en el que asesinaron a siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria, y el espacio aéreo de todos los países de la región, Israel incluido, se reabrió pasadas siete horas de incertidumbre en las que Oriente Medio probó por primera vez el sabor agrio de lo que puede ser una guerra a gran escala. Fueron siete horas en las que la guerra de Gaza quedó eclipsada por un movimiento de Teherán que rescata a Israel del aislamiento internacional que sufría por su estrategia en la Franja.

El jefe de las Fuerzas Armadas de Irán ha asegurado este domingo que «la operación se completó con éxito y no hay intención de continuarla». Al mismo tiempo, ha especificado que han atacado Israel porque «la entidad sionista cruzó las líneas rojas». Pero también amenaza al Estado hebréo asegurando que «si reponde, nuestra operación será mucho más amplia». «Hemos enviado un mensaje a Estados Unidos a través de la Embajada de Suiza para que sepa que si cooprea con Israel en futuros movimientos, sus bases no tendrán ninguna seguridad».

Los aliados del Estado judío en la región estaban listos para reaccionar y levantaron una especie de escudo que logró derribar 170 drones y 30 misiles de crucero. Nada más tener la noticia de la partida de los drones, decenas de aviones israelíes de combate se pusieron en marcha, según revelaron fuentes de seguridad a ‘The New York Times’, para intentar derribar los aparatos enemigos antes de que alcanzasen el espacio aéreo israelí. Ninguno de los aviones no tripulados o de los misiles de crucero logró entrar en el espacio aéreo israelí, según el ejército. El escudo defensivo solo fue superado por algunos de los misiles balísticos de largo alcance, que causaron daños menores en la base de Nevatim, en el desierto del Neguev.

Sin sorpresa

Terminado el shabath, día sagrado para los judíos, Irán lanzó cientos de sus aviones no tripulados Shahed-136, los mismos que emplea Rusia contra Ucrania, para intentar colapsar las defensas enemigas antes de la llegada de los misiles. Desde hace días Estados Unidos alertó que el ataque era «inminente», incluso señaló que se produciría este mismo fin de semana, y cuando este llegó Jordania, Irak, Líbano, Siria o Egipto cerraron sus espacios aéreos de manera inmediata. Los aparatos iraníes fueron fácilmente abatidos cuando estaban camino de sus objetivos.

El factor sorpresa apenas existió en una operación iraní que recordó a la respuesta que lanzó la república islámica contra bases de Estados Unidos en Irak tras el asesinato del general Suleimani en Bagdad en 2020. Fue un ataque medido y preciso con el objetivo de calmar a los sectores internos que clamaban venganza por el bombardeo de Damasco y para demostrar a su enemigo que cuenta con proyectiles capaces de golpear en sus bases.

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«El próximo será más fiero», fue el titular de Tehran Times para describir el ataque con el que Irán da por zanjada su venganza por el ataque sufrido la Guardia Revolucionaria en Damasco. Estados Unidos también parece tener la misma opinión de querer dar por terminado este capítulo y Joe Biden habría comunicado a Benjamín Netanyahu que no están dispuestos a tomar parte en una respuesta. Lo que ocurre es que la última palabra la tiene Netanyahu y esta misma tarde el gabinete de guerra se reunirá en Tel Aviv para adoptar las medidas que estimen oportunas. El Consejo de Seguridad de la ONU también se reunirá en las próximas horas por petición del representante de Israel.

Palabra de Jamenei

Israel asesinó a siete altos cargos de la Guardia Revolucionaria en Damasco el 1 de abril. Fue un bombardeo que cruzó una línea roja y desde Teherán clamaron venganza de manera inmediata. El Líder Supremo, Ali Jamenei, es quien decide qué hacer en este tipo de decisiones y sus primeras palabras recogieron que la respuesta sería una respuesta directa de Irán. Esta respuesta rompió con la estrategia defendida por la república islámica desde su fundación, que siempre había apostado por la guerra indirecta a través de proxies como Hizbolá en Líbano.

Seguidores del régimen iraní celebrando el ataque.
Seguidores del régimen iraní celebrando el ataque. AFP

En las calles de Teherán grupos de seguidores del régimen celebraron durante la noche la noticia del ataque y se congregaron en las principales plazas. Los sectores más radicales del sistema islámico pedían una respuesta contundente a los asesinatos de Damasco y el Líder Supremo decidió dar un paso que ni Jomeini se atrevió a dar como fue el de atacar de manera directa a Israel.

Carguero secuestrado

La operación se produjo el mismo día en que la Guardia Revolucionaria persa secuestró un carguero vinculado a una compañía hebrea que navegaba a unas setenta millas del estrecho de Ormuz, que separa el país persa de Emiratos Árabes Unidos. El cuerpo de élite del ejército iraní fue el responsable de la operación, que Israel calificó de acto de piratería. El buque ‘MSC Aries’, con bandera de Portugal y veinticinco personas de nacionalidad filipina a bordo, fue interceptado con un helicóptero.

Entre todos los barcos que cruzan este paso marítimo estratégico para el transporte global, y el tráfico de petróleo y gas natural en particular, el régimen de los ayatolás se fijó en este carguero de contenedores por su conexión con el Estado hebreo. Una parte de Zodiac Maritime, la compañía con sede en Londres a la que está ligada la nave, es propiedad del multimillonario Eyal Ofer, que antes de la pandemia poseía el título de hombre más rico de Israel. La naviera italo-suiza MSC confirmó lo ocurrido y afirmó estar «trabajando estrechamente con las autoridades pertinentes para garantizar el bienestar y el regreso a salvo» de la tripulación.

El Gobierno de Benjamín Netanyahu no tardó ayer en poner en alerta a la comunidad internacional sobre el incidente porque el carguero -«civil», subrayó- pertenece «a un miembro de la Unión Europea». «El régimen del ayatolá Jamenéi es un régimen criminal que primero respalda a Hamás y ahora se dedica a efectuar operaciones piratas en violación del Derecho Internacional», denunció el ministro de Exteriores judío, Israel Katz, consciente de la preocupación en la región y fuera de sus fronteras por la escalada de la tensión entre Irán e Israel, que atraviesan uno de sus momentos más delicados en el casi medio siglo de guerra silenciosa que mantienen ambos países. La última vez que su enfrentamiento pareció llegar a un punto de no retorno fue hace solo tres años, en 2021, cuando Tel Aviv y Teherán se acusaron de ataques en el golfo de Omán y el mar Rojo, respectivamente, contra barcos de su propiedad.

Estados Unidos desplegó ayer más tropas en la región y su presidente, Joe Biden, interrumpió su fin de semana en Delaware, para regresar a Washington y «consultar con su equipo de seguridad nacional sobre los acontecimientos de Oriente Medio», explicó la Casa Blanca. El mandatario ha repetido en los últimos días su apoyo «férreo» a Netanyahu. Anoche, Washington confirmó la estrecha colaboración de sus servicios de Inteligencia y sus «sensores» en la zona con la defensa israelí para derribar los proyectiles iraníes.

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