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Dimite el jefe de la Inteligencia militar israelí por su responsabilidad en la masacre de Hamás Monday, 22 April 2024


Aharon Halevi se convierte en la primera víctima política del atentado que costó la vida a 1.200 personas y asume que «no cumplí con mi tarea» por los fallos de seguridad en la frontera


M. Pérez

Lunes, 22 de abril 2024, 14:27

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Los fallos de seguridad que provocaron la matanza de Hamas del 7 de octubre se han cobrado su primera víctima política. El general Aharon Haliva, jefe de la Dirección de Inteligencia Militar israelí, ha presentado este lunes su dimisión tras asumir que el equipo bajo su mando «no cumplió con su tarea». «He llevado ese día negro conmigo desde entonces, todos los días, todas las noches. Siempre soportaré el terrible dolor de la guerra», expresa el mando en su carta, qdonde anuncia también su intención de abandonar el ejército cuando su sustituto sea nombrado.

Haliva es el oficial de mayor rango que ha asumido hasta ahora responsabilidades por la cadena de errores que condujo a no prever el ataque de las milicias de Hamás, que sorprendieron por completo a los militares. Los terroristas traspasaron la valla de Gaza sin obstáculos. asaltaron tres bases israelíes, donde mataron o secuestraron a los soldados, y arrasaron con las comunas agrícolas más cercanas a la Franja, En total, asesinaron a 1.200 personas y se llevaron a 253 secuestradas.

La dimisión, acordada con el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, ya ha sido aprobada por el ministro de Defensa, Yoav Gallant. A ojos de muchos israelíes, Haliva era el general con todas las bazas para convertirse en el primer cesado por la masacre. La madrugada anterior al 7 de octubre, su equipo le trasladó un informe constatando una serie de maniobras inusuales de milicianos islamistas al otro lado de la verja. Él estaba de vacaciones en Eilat. No participó en las reuniones del alto mando que consideró aquellos movimientos como simples ejercicios y decidieron aplazar a la mañana siguiente la decisión sobre cómo afrontar el asunto. Hamás se adelantó. Haliva dijo posteriormente que, de haber asistido a las reuniones, «no habría cambiado el final».

Contra Netanyahu

Haliva no es el único que ha asumido culpas, pero sí el primero que deja el cargo. Otros altos oficiales, entre ellos el propio Herzi Halevi o el jefe de la agencia de seguridad Shin Bet, ha adelantado su disposición a marcharse cuando la crisis bélica en Gaza concluya. El Gobierno de Benjamín Netanyahu espera que, en el momento que eso suceda, haya una cadena de dimisiones.

Sin embargo, de manera paradójica, la primera cabeza que exige la población es la del propio primer ministro. Una vez más, este pasado fin de semana miles de ciudadanos se manifestaron en Tel Aviv, y frente a la casa del gobernante, para reclamar la convocatoria de elecciones. Entre los movilizados figuraban los familiares de los rehenes que todavía permanecen en manos de Hamás y que culpan a Netanyahu de no hacer lo suficiente para salvarlos. El propio líder de la oposición, Yair Lapid, ha pedido este lunes al primer ministro que siga el ejemplo del jefe de la Inteligencia militar y deje su cargo. Lapid elogia la decisión de Haliva como «justificada y respetada» y añade que Netanyahu «debería haber hecho lo mismo».

El ejército retira un cadáver de los kibutz atacados en octubre. Reuters

Las Fuerzas de Defensa están inmersas en una exhaustiva investigación sobre sus fracasos. Las pesquisas abarcan tres periodos: la década anterior a la masacre, con el fin de averiguar por qué pasaron inadvertidos hechos como la construcción de túneles hasta la misma frontera o cómo los milicianos pudieron acumular un arsenal de tamaña envergadura; los días previos al atentado, en los que se supone que los terroristas debieron coordinarse, distribuirse planos e incluso ensayaron un asalto; y el propio día del atentado, cuando el ejército reaccionó tardiamente al ataque. Se da la circunstancia de que los investigadores debían entregar sus conclusiones a principios de junio al jefe del Estado Mayor. Herzi Halevi, precisamente, ha agradecido a Haliva sus «38 años de servicio en las Fuerzas de Defensa, durante los cuales hizo importantes contribuciones a la seguridad del Estado de Israel como soldado de combate y comandante».

Aharon Haliva nació en Haifa en 1967 y ha permanecido 38 años en el ejército, donde ingresó, como un amplio número de altos cargos militares israelíes, tras ofercerse como voluntario en la brigada de paracaidistas. Precisamente, dirigió un pelotón de este regimiento durante la segunda intifada en territorio palestino, entre los años 2000 y 2005, y previamente en los enfrentamientos con Hezbolá y otras milicias radicales en el sur de Líbano. Tras haber pasado por otros puestos de mando, en octubre de 2021 fue designado jefe de la Dirección de Inteligencia. Ha sido un firme defensor de las «operaciones quirúrgicas» contra Hamás para evitar víctimas civiles, el tipo de catástrofe que ahora sacude Gaza, donde ya se superan los 34.200 fallecidos.

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