Pormenorizó que se trataba de los restos de 99 soldados de las tropas invasoras, de los cuales 77 habían fallecido luchando en la región de Donestk, 20 en Zaporiyia y dos en Járkov. Por su parte, desde Moscú se procedió a la entrega de 23 militares ucranianos caídos, tal y como confirmó el diputado Shamsail Saraliev en declaraciones al portal de noticias RBK.

Sin embargo, tampoco esta faceta de la contienda queda libre de la acción de la propaganda. Ucrania aprovechó la disparidad entre el número de cadáveres para remarcar que Moscú pierde más hombres que Kiev en el frente. El mes pasado, el presidente, Volodímir Zelenski, situó en 31.000 los soldados ucranianos muertos este año, si bien otras fuentes apuntan a que esta cifra podría ser mucho mayor. Por contra mantuvo que el enemigo había visto caer al doble de sus uniformados.

La contienda también alcanza a las estadísticas y hay que recurrir a fuentes distintas a las de los combatientes para dibujar un escenario más cercano al real. Estados Unidos estima que desde mediados de 2023 se han registrado 70.000 soldados ucranianos muertos, mientras señala a que el bando ruso podría haber sufrido 120.000 bajas.

Fuentes más académicas realizaron un balance cuando en febrero la guerra entró en su tercer año. Aunque todos los estudios independientes resaltan la dificultad para calcular el número de civiles y militares heridos o muertos durante los dos años de enfrentamiento, al considerarse estos números secretos de estado, se podría hablar de 315.000 soldados heridos o muertos en el bando del Kremlin desde el arranque de la lucha, mientras que entre los ucranianos los dígitos se quedarían entre 100.000 y 120.000.