Un verja de color gris antracita da la bienvenida a ‘Rumoroso’, una de las casas que la empresa familiar Wishome tiene en Cantabria. Lo que solo unos pocos privilegiados saben es que tras esa verja de madera se abre el camino hacia el paraíso, en forma de casa, con una decoración que recuerda a la de las viviendas de las playas suecas, y a un sendero, privado, que conduce directamente al arenal de Oyambre.

Una estancia en esta villa despierta todos los sentidos. Los colores de la arena, del mar Cantábrico (siempre cambiantes), de los prados, acantilados, incluidos los de los Picos de Europa, que se presentan grandiosos los días de mucha claridad, provocan un cóctel de bienestar, a los que también contribuye las flores frescas que llegan directamente de la florista de Roberto Harvest.

Con cuatro habitaciones (una de ellas con literas) y cuatro cuartos de baño, tiene capacidad para ocho personas. Entre los servicios de los que se puede disfrutar, está el poder ser pinche del cocinero Toni González, del restaurante con estrella Michelin, El Nuevo Molino, quien se desplaza hasta la casa para preparar una comida o una cena.

En esta visita hecha por DLujo a ‘Rumoroso’, Toni, junto su metre, Elvira Abascal, nos sirvieron una comida en la terraza de la primera planta, con unas vistas privilegiadas sobre la playa de Oyambre. De primero, steak tartar de tudanca con anchoa, acompañado de pudin de jalapeños y salsa marinada, además de un paté de ave y galleta de almendra. Y de segundo, un san martín asado con salsa yodada y un guiso de tudanca y una salsa beurre blanc. De postre, fresas ecológicas de Cantabria con chantilly de coco. ¡Una delicia!