Elena Ramos comenta que hasta ahora los ensayos «van de maravilla porque la producción es ‘preciosísima’ de verdad y Emilio Sagi, el director de escena, conoce perfectamente como funciona el canto en escena y sabe como hacerlo cómodo para los coralistas y que todo el mundo brille y se luzca. Aparte que al coro, además de dirigirle, les está enseñando muchísimo de escena. Así que lo estamos disfrutando un montón», explica. Ese disfrute ha permitido a los miembros del coro conocer una ópera «mucho más divertida de lo que esperaban. Con su complicación, pero también muy agradecida».

Tal y como escribió su compositor, el coro tiene una gran presencia en el escenario, mucho diálogo con los solistas y un protagonismo más especial en la que es la canción estrella de ‘Don Gil de Alcalá’, la famosa habanera ‘Todas las mañanitas’, que ha supuesto además un reto para los coralistas, que tienen que interpretar una pieza de la que se han hecho muchas versiones. Además, explica su directora, el coro también disfruta de unos pequeños papeles, el del maestro de ceremonias, Lucía, Rosita y cuatro de los bandoleros, dos de ellos pertenecen la Coro Joven de Santander que se han unido al Lírico para esta representación.

Las dos últimas veces que el Coro Lírico subió a la Sala Argenta fue en las zarzuelas ‘Luisa Fernanda’ y ‘Doña Franquita’, «así que para nosotros poder volver a este escenario es volver a casa», explica Elena Ramos. El coro ensaya durante dos horas seguidas dos días a la semana en el Palacio de Festivales, unos ensayos que van más allá de lo musical pues estos coralistas, además de mostrar sus voces, también actúan en el escenario y ponen sus gestos y movimientos al servicio de la historia.

La recuperación, en las últimas temporadas, de espectáculos de lírica en la temporada del Palacio de Festivales les ha supuesto un revulsivo y una motivación para seguir trabajando y, según dice la directora, quien reconoce que el coro está ilusionado con que se ofrezcan más producciones líricas y poder mostrar su trabajo.