Movimiento a la desesperada de Ada Colau para evitar que Xavier Trias (Junts) sea elegido alcalde de Barcelona este próximo sábado. La actual alcaldesa ha propuesto este martes a PSC y ERC compartir entre los tres la alcaldía. La fórmula que ha puesto sobre la mesa es un pacto a tres bandas, de tal manera que Jaume Collboni sería alcalde durante un año y medio, luego le sucedería ella por el mismo tiempo y Ernest Maragall tendría la vara de mando durante un año, el primero del mandato. Luego Colau y acabaría la legislatura Collboni.

Colau, en RTVE, ha hablado de «fórmula imaginativa» entre tres partidos que esta última legislatura han colaborado en el gobierno municipal (ERC desde fuera, aprobando presupuestos). «Es cierto que no es habitual una alcaldía compartida, pero es cierto que ahora tenemos un panorama político más fragmentado», ha señalado. La presión va dirigida a ERC, que puede permitir la alcaldía de un gobierno de centro derecha nacionalista o podría constituir un tripartito de izquierdas catalanista.

La edil barcelonesa ya ha trasladado la oferta a los otros dos grupos. Si no hay alianzas de última hora, Xavier Trias, de Junts, será el próximo alcalde de Barcelona. Obtuvo once concejales y encabezó la candidatura ganadora de las elecciones municipales. El PSC quedó en segunda posición, con 10 escaños y los comunes, con 9. ERC logró cinco. Salvo que los tres partidos de izquierdas se pongan de acuerdo y se impongan con la mayoría absoluta que está fijada en 21 votos, Trias será alcalde de Barcelona como líder de la lista vencedora de los comicios.

La otra fórmula con la que se ha especulado estos últimos días es que el PP preste sus votos a una coalición formada por los socialistas y los comunes. Sería una jugada similar a la de hace cuatro años, cuando el exprimer ministro francés, Manuel Valls, facilitó la elección de Colau, que había quedado en segunda posición, para evitar un alcalde independentista, en este caso Ernest Maragall, que fue el ganador de las elecciones. El PP también podría dejar ahora al independentismo de Junts sin la alcaldía, pero los populares se resisten desde el argumento de que no pueden apoyar un gobierno en el que estén los comunes. Desde la izquierda se ha presionado al PP con el argumento de que podría facilitar un alcalde propuesto por Puigdemont.

En ERC no han cerrado la puerta del todo, pero han calificado la propuesta de poco realista y han advertido de que no ha sido consensuada.