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Las redes sociales están llenas troles que intentan desatar el caos. Uno de los más sonados es el de Offensive Prank, un tuitero que en su perfil dice ser de Albacete, que “no de Murcia”, y que cuenta con más de 140.000 seguidores en Twitter. La identidad tras la cuenta es un misterio, poco se sabe del tuitero. Su foto de perfil es un meme de Elon Musk, y su foto de portada es la única pista de su supuesta apariencia. Tiene presencia en otras redes sociales, como Instagram y TikTok.

Una de sus últimas víctimas ha sido David Bisbal, al que acusó de “defecar en el Metro de Madrid”. El bromista contactó con Metro de Madrid a través de la misma red social, y al community manager de Metro no le pareció sospechoso que la información sobre el cantante de Bulería viniese de una cuenta cuyo nombre, literalmente, significa “broma ofensiva”.

Se fue de las manos

La broma se fue de las manos, y el bulo llegó incluso hasta las televisiones y otros medios de comunicación. That escalated quickly, como se diría en la jerga de las redes sociales que frecuenta Offensive Prank. El propio cantante, David Bisbal, supuestamente contactó por mensaje privado con el bromista, para exigirle que “borrase la publicación” o emprendería “acciones legales”. Lejos de amedrentarse, y amparándose en su anonimato, el tuitero respondió a Bisbal con todo su humor y con otro meme. Esto le hizo ganarse el bloqueo del cantante y, de paso, unas risas para sus seguidores.

Pero Offensive Prank no es la primera vez que es tendencia. Tiene bromas para todos, en forma de mensajes privados, memes y respuestas a publicaciones. Las marcas, los políticos y los famosos son sus principales víctimas. Las situaciones y conversaciones que provoca el tuitero son tan surrealistas como ofensivas para quien las recibe.

Offensive Prank no tiene límites, y ha bromeado con personajes de todo tipo, como Pedro Sánchez, Dallas, Alejandro Sanz, Abraham Mateo, Arturo Pérez-Reverte, César Carballo, Jota Jordi y Carles Puyol, entre otros. Las marcas que han sufrido sus bromas han sido algunas como Mercadona, Renfe o Decathlon. Por supuesto, todos y cada uno de ellos han bloqueado en sus redes sociales al tuitero, que los acumula como trofeos.