La promesa finalmente se esfumó. Y como ésta, el resto de iniciativas que se han puesto en marcha desde entonces para recuperar la pequeña joya religiosa, que fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985 y es la iglesia rupestre «más antigua de la Cordillera Cantábrica», recordaba este miércoles el delegado de Hispania Nostra en Cantabria, Aurelio González-Riancho. El representante de la asociación puede dar cuenta del tiempo que las diferentes administraciones han dedicado a hablar de cómo sería la restauración, de lo que significa y ha significado, de la aportación del edificio al conocimiento sobre la antigüedad, etc, etc, etc. Pero lo dicho, hasta ahora, «cero actuaciones». El exconsejero de Cultura, Pablo Zuloaga, «llegó incluso a formar un equipo multidisciplinar y preveía invertir 90.000 euros en la restauración». ¿Y qué pasó? «que resultó absolutamente fallido». Que a las palabras se las terminó una vez más, llevando el viento.

Y ese mismo viento parece que sopla ahora de nuevo a favor de la iglesia de Socueva. Así lo ha confirmado el Ejecutivo cántabro a través de una nota de prensa. La consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández, y el Obispo de Santander, Arturo Ros, acordaron que recuperar esta insignia del patrimonio religioso sería una de sus prioridades esta legislatura. «Ojalá ahora se haga», opina González-Riancho, un deseo que comparte con el alcalde de Arredondo, el regionalista Leoncio Carrascal. «Muchos años llevamos detrás de esto», confirma el regidor, quien además de su valor arqueológico, destaca que se trata «de un recurso turístico que atrae a visitantes internacionales». «Una pena que lleve seis años cerrada».