Are You New User

Un nacimiento muy casero en Reinosa Saturday, 13 April 2024


Una joven parejatiene a su segundo hijo, Iker, en su vivienda de Reinosa después de que a la madre se le adelantara el parto y no le diera tiempo a llegar al hospital


Blanca Carbonell

Blanca Carbonell

Santander

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 13 de abril 2024, 07:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El pequeño Iker tenía prisa por conocer el mundo, así que llegó unos días antes de que su madre, Nuria, saliera de cuentas y sin que le diera tiempo a llegar al hospital. De hecho, su premura no le permitió ni siquiera salir de su casa de Reinosa. «Ahora estamos encantados y creo que ha salido todo perfecto, pero no lo hemos pasado nada bien», explica Nuria.

Y es que las cosas no fueron fáciles para esta joven pareja. Esta madre no era primeriza. El parto de su hija mayor, Nerea, de 3 años, también fue rápido. Nació en el servicio de Urgencias del Hospital Valdecilla de Santander de forma natural y sin epidural. Pero Iker ha superado a su hermana: «No me imaginé ni por un solo momento que ahora fuera a dar a luz en casa. Si me lo dicen no me lo creo», comenta.

Recuerda esta mamá cómo comenzó el día del nacimiento de su segundo hijo. «A las cinco de la mañana estaba todo de lo más normal, pero a las siete ya empecé a tener dolores y dije que nos fuéramos al hospital. Poco después rompí aguas y ya no me podía mover. Fue entonces cuando llamamos a la ambulancia», relata Nuria rememorando el inicio de una jornada que recordará toda su vida.

En esas circunstancias, el apoyo y la templanza del padre, Roberto, resultó fundamental. Mientras, con tan solo 3 años, Nerea también cumplió un papel importante en el nacimiento de su hermano acompañando a sus padres en todo momento. «Se asustó un poco, pero me dio la mano y empujé con ella. Solo con tres empujones ya salió la cabeza del bebé», rememora aún emocionada la madre.

Fue entonces cuando llegó el momento más delicado. El niño miraba hacia atrás y no podía salir. Se había quedado atascado. Lo recuerda también Javier, técnico del 061 que recibió el aviso y acudió al domicilio junto con el médico y la enfermera. «Cuando llegamos el niño tenía la cabeza ya fuera. Nos asustamos un poco porque estaba cianótico. El médico asistió el final del parto y trasladamos a la madre, por un lado, y al recién nacido lo bajó la enfermera en brazos», explica. El bebé fue atendido inicialmente en el Hospital Tres Mares de Reinosa, desde donde fue trasladado al servicio de Neonatología de Valdecilla para comprobar cómo se encontraba: «Fue todo una aventura –continúa relatando Nuria–. Cuando llegué a Valdecilla estaba muy nerviosa porque no lo encontraba y no sabía cómo estaba. No estaba conmigo y lo echaba de menos. Después nos dijeron que llegó un poco moradito, pero que estaba bien. Menos mal que quedó todo en un susto». «¡Vaya aventuras que ha tenido Iker en los pocos días de vida que tiene!», añade con sentido del humor.

Una vez superado el susto, la madre también recuerda el estado en que quedó la habitación en la que dio a luz. «¡Qué desastre!». Parece que hemos hecho una matanza», bromea recordando una situación que, con el paso del tiempo, va asimilando. Ahora, con toda la familia en casa, una vez ha pasado todo el ajetreo de los primeros días tras el parto, la tranquilidad vuelve a imperar en el hogar. «Es una historia surrealista que, por fortuna, ha quedado en un susto. Ahora lo podemos contar con alegría y decir que tenemos un campurriano de pura cepa en nuestra casa», concluye Nuria.

Latest from

Related items

Ciencia y Salud

Contact