La inflación sigue reduciéndose en la Eurozona. Después del buen dato de mayo, cuando cayó nueve décimas hasta el 6,1%, en junio los precios se han rebajado aún más, situándose en el 5,5%, según los datos preliminares publicados este viernes por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat). España sigue siendo uno de los países del euro donde se registran unos precios más bajos (1,6%).

El bajo coste de la energía sigue siendo uno de los factores que más ha contribuido a esta reducción de los precios, ya que han caído un 5,6% en comparación con el aumento del 1,8% registrado el mes anterior. Los alimentos, el alcohol y el tabaco también se han reducido un 0,8% y se situaron en el 11,7%, al igual que los bienes industriales (5,5%). Solo ha aumentado el coste de los servicios, que se incrementó en cuatro décimas y escaló al 5,4%.

En junio, España se ha mantenido entre los países con la inflación más baja, solo por detrás de Luxemburgo (con una tasa del 1%) y a la par de Bélgica, que ha registrado una inflación del 1,6%. En la otra cara de la moneda se encuentran Eslovaquia, con los precios disparados al 11,3%, Irlanda (9%) y Croacia (8,3%).

En cuanto a la inflación subyacente -aquella que excluye el precio de la energía y de los alimentos- se ha situado en el 5,4% en junio, lo que supone un incremento de una décima respecto a mayo. Estos datos confirman los análisis del Banco Central Europeo (BCE), que señalan que la inflación subyacente es «más persistente de lo esperado». La institución europea sigue comprometida a lograr su objetivo de reducir los precios por debajo del 2% y apunta que las subidas de tipos «son la mejor herramienta» para lograrlo.