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DLujo pasea por el centenario jardín de los Díaz de Bustamante, en Los Corrales de Buelna Monday, 05 June 2023

El paisajista Felipe Díaz de Bustamante muestra los ejemplares incluidos en el Catálogo de Árboles Singulares de Cantabria y cuenta la historia de su familia y del palacete que su tatarabuelo construyó a finales del siglo XIX


En 1853, el tatarabuelo del paisajista Felipe Díaz de Bustamante, Domingo, compró a su cuñado parte del extenso jardín del Palacio de Mansilla, en Los Corrales de Buelna. Fue en ese lugar donde construyó un palacete de estilo francés, muy de moda en la Cuba de finales del siglo XIX, de donde regresó tras hacer fortuna.

Hoy, esta finca, llamada ‘El Pinón’, sigue en manos de la misma familia (en la rama de los Oriol Díaz de Bustamante) y en su jardín se encuentra una gran variedad de árboles centenarios, muchos de ellos incluidos en el Catálogo de Árboles Singulares de Cantabria. Lo mejor es que puede ser visitado, bajo cita previa, a través de la web www.elpinon.es.

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Daniel Pedriza

Durante la Guerra Civil, la casa fue incendiada y destruida en su totalidad. Una vez la contienda llegó a su fin, el bisabuelo del paisajista, Felipe Díaz de Bustamante y Campuzano, la reconstruyó, siguiendo fielmente su aspecto original.

El jardín, a pesar de la guerra, permaneció intacto y llegó a contar con tres árboles singulares. De estos, uno de ellos era un tilo plateado, el de mayor tamaño de la región, hasta aquel momento, con más de seis metros de diámetro, pero como recuerda Díaz de Bustamante, «el 13 de Noviembre de 2009, una gran tormenta y una ráfaga de viento lo tumbó para siempre».

Otro de los árboles singulares es un pino de Monterrey (de 24 metros de altura y un perímetro en la base de 9 metros) que su bisabuelo plantó en 1880, cuando tan solo tenía siete años.

Cedro del Líbano y un castaño.

El jardín de los Díaz de Bustamante en Los Corrales de Buelna, en imágenesVer 19 fotos

Cedro del Líbano y un castaño. Daniel Pedriza

El último árbol singular es un tejo, «el más representativo de la flora de Cantabria. Tiene 13 metros de altura y una amplia copa, con 400 metros cuadrados de proyección. Hay otros árboles muy representativos: magnolias, secuoyas, acacias, plátanos, nogales o castaños. Todos ellos acompañados de parterres donde no pueden faltar las hortensias, tan del norte», describe.

El amor por la jardinería le viene de largo a Díaz de Bustamante. Cuenta que «siempre he diseñado jardines para mis amigos o para mí, pero no de manera profesional. Un buen día, hace unos 20 años, decidí dejarlo todo y profesionalizar mi afición. ¡Solo se vive una vez!».

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Mariana Cores

Así, cuando estaba en lo más alto de su carrera profesional, como alto directivo, decidió apostar por lo que de verdad le gustaba. Había sido uno de los fundadores de los supermercados Continente y director general de Carrefour Supermercados, en España, pero decidió apostar por lo que sabía que de verdad le haría feliz. Así nació ‘Jardines de Campo’ (www.jardinesdecampo.com), su empresa dedicada al paisajismo.

Su especialidad y debilidad es la jardinería rural. «Me encanta introducir el campo en el jardín, de manera ordenada, más que introducir un jardín en el campo. Diseñado a base de plantas rústicas o autóctonas que se adapten bien a cada lugar y que no agreden con su presencia ni cortocircuitan la vista a los horizontes», señala. Además, confiesa, «me entusiasman los sitios, con horizontes largos y las puestas de sol. De hecho, pienso que el mejor jardín es el campo mismo, en una buena primavera».

El paisajista se siente muy orgulloso de cómo se ha ido manteniendo la finca de Los Corrales de Buelna a lo largo de los años. Explica cómo «la hermana menor de mi abuelo Felipe, marqués de Herrera, Soledad, se casó con Antonio María de Oriol y Urquijo y adquirió esta casa al resto de sus hermanos. Hoy, por lo tanto, pertenece a la familia Oriol Díaz de Bustamante, a la que hay que agradecer enormemente sus esfuerzos por mantenerla en perfecto estado».

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