En agosto de 2016 se produce el hallazgo de los cuerpos sin vida de toda una familia de origen brasileño en una urbanización ubicada en la localidad de Pioz (Guadalajara). Marcos Campos, Janaina Santos y sus hijos, María Carolina y David, de tres y un año respectivamente, aparecen descuartizados en el chalé y los cuerpos aparecieron en unas bolsas de basura. Muy pronto, las pesquisas de la Policía apuntan a Patrick, un joven de 19 años, sobrino y primo de las víctimas, que había llegado a España para cumplir su sueño de futbolista. ‘No se lo digas a nadie’, la nueva serie documental disponible en la plataforma Atresplayer Premium -hoy, a partir de las 22:30 horas, La Sexta emitirá los dos primeros capítulos- reconstruye a lo largo de cinco capítulos de 50 minutos de duración un crimen poliédrico que enfrentó a los investigadores a un caso sin precedentes: fue compartido en tiempo real por WhatSapp con un amigo del asesino que se encontraba a 6.000 kilómetros de distancia.

El crimen era particular por ser el primero que era compartido por ‘WhatsApp’, lo cual lo convierte en un tema absolutamente contemporáneo y en una historia poliédrica en muchos sentidos», cuenta el director de este nuevo formato, Juan Carlos Arroyo, que señala que el proyecto dará respuesta a «por qué un joven de 19 años, en una situación privilegiada, decide matar a su familia que lo acoge» y después se lo cuenta en un chat durante siete horas a su mejor amigo de 17 años que está en Brasil.

’No se lo digas a nadie’ presenta cinco historias que se entrecruzan en los diferentes capítulos: un drama intrafamiliar -asesino y víctimas pertenecen al mismo núcleo familiar-; la construcción de un psicópata -el relato de cómo un niño querido y sin carencias acaba transformándose en un cuádruple asesino-; la revelación de un asesinato compartido entre dos amigos, a través de una conversación de ‘WhatsApp’; la historia de un peligroso secreto que cambia la vida de un grupo de adolescentes y, finalmente, un thriller doméstico, el que se descubre cuando se busca un móvil detrás de la tragedia.

Durante un año largo de producción, la serie documental de la plataforma de Atresmedia entrevistó a los responsables de la investigación en España y Brasil, consiguió el testimonio del juez instructor y también el de las familias de las víctimas. Además, Marvin Henriques, el mejor amigo de Patrick a quien le fue narrando los asesinatos al otro lado del teléfono móvil, accede por primera vez a hablar con un medio de comunicación. ‘No se lo digas a nadie’ también recogió el relato de Jordana, la persona que apostó por la justicia y rompió el silencio sobre el crimen pactado por un grupo de adolescentes.

«Para ellos, contar lo que sucedió también era una reparación», explica la productora de la serie documental, Luz Aldama, quien revela la dificultad que era para la familia recordar un caso en el que el asesino, Patrick, era de su sangre. «Todos estos elementos son los que le dan una dimensión que en su momento no se valoró en el crimen de Pioz», desvela la periodista, quien además expone que en ‘No se lo digas a nadie’ se abordará «algo muy interesante», según cuenta, que son los prejuicios. «El hecho de que fueran brasileños, hace pensar y especular acerca del narcotráfico y eso sembró de dudas a esas personas. Y la familia sufrió doblemente, porque les habían matado a familiares y porque se generó una sombra de duda y de sospecha sobre ellos. Esto es una reflexión que tenemos que hacer también como medios cada vez que abordamos un crimen real», asegura.

El crimen de Pioz abre debates actuales que conectan e interesan a públicos de cualquier generación y explora las contradicciones éticas que las redes sociales plantean a los jóvenes, pero también los retos policiales y jurídicos de las nuevas formas de criminalidad. ¿Por qué un adolescente observa en la distancia desde el móvil un asesinato sin reaccionar? «El hecho de que un grupo de jóvenes de 17 años no corran con el teléfono a contarle el crimen a la policía y denunciar el caso es realmente llamativo. Se distancian de la violencia cuando es vista a través de una pantalla. La serie documental da ciertas claves sobre eso», añade Luz Aldama.