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Vuelve ‘Futurama’ 10 años después: una resurrección nostálgica Tuesday, 25 July 2023


En el primer capítulo de la nueva temporada de Futurama —y ya van 11—, Fry, el protagonista, predica ante un jurado liderado por la cabeza de Richard Nixon la necesidad de "no grabar nuevos episodios de una serie si no tienen calidad, al igual que los espectadores deben darse atracones de forma responsable como fuman cigarrillos o beben lejía". Una declaración de intenciones de una serie que vuelve 10 años después de su cancelación —el capítulo anterior se emitió el 4 de septiembre de 2013— y que se convirtió en solaz para aquellos que renegaron de la deriva inercial de Los Simpson, la gran serie-pop-estudio-sociológico de la cultura occidental en las últimas tres décadas y media.

Futurama nació como la cara B que no serie B de Los Simpson 10 años después de aquel capítulo especial, Sin blanca Navidad, de la familia de Springfield. Salidas ambas de la cabeza de Matt Groening, que encontró el punto exacto entre animación familiar y adulta, Futurama recogió a los desencantados con Springfield con una propuesta más sofisticada —la ciencia ficción ya era un primer obstáculo para el público más generalista—, que ha contado con guionistas que han amalgamado la comedia con la ciencia, las matemáticas y las referencias literarias. David X. Cohen, por ejemplo, productor ejecutivo y uno de los showrunners, es licenciado en Física y tiene un máster en informática; los guionistas Bill Odenkirk y Jeff Westbrook son licenciados en Químicas y en Informática, respectivamente, y el productor ejecutivo Ken Keeler, en Matemáticas aplicadas. Sin contar con otras figuras menos conocidas del equipo de guionistas. Eso sí, más allá de cerebros de ciencias, en Futurama también hay robots borrachos, ludópatas y puteros. Y capitanes de nave narcisistas y adictos al sexo.

La serie está protagonizada por Fry, un repartidor de pizza sin muchas luces ni ambiciones que acaba despertando por error en la Nueva York del año 2999. Allí conviven especies alienígenas y mutantes y robots y humanos en un planeta en constante peligro de desaparición por todas las amenazas colindantes. Si Los Simpson son el termómetro de los padecimientos del presente, Futurama es la fantasía de las distopías futuras, con ideas como las cabinas de suicidio o las granjas de animales mutantes como posibilidades no tan delirantes de un mundo cada vez más hostil para el hombre medio. Además, Futurama también predijo el boom del delivery: Planet Express, la empresa para la que trabaja Fry, promete entregar cualquier cosa en cualquier punto del universo, independientemente de la distancia o el peligro que suponga. Futurama dio la posibilidad al humano medio y mediocre de imaginarse en un mundo nuevo y futurista. Bueno, y cada vez más absurdo.

Hace 20 años, Fox canceló Futurama. La cadena de cable Comedy Central la rescató en 2008 para volver a cancelarla cinco años después. Y es ahora Hulu —en España puede verse en Disney+— la que vuelve a desenterrarla con el estreno de su undécima temporada este lunes. "¡Buenas noticias, muchachos!", como diría el profesor Farnsworth, el científico que es a la vez tatara (x30) sobrino nieto de Fry, quien por gracia y obra de los viajes en el tiempo es a su vez su propio abuelo. Meanwhile (Mientras tanto) fue el último capítulo de la serie en 2013. En él, el tiempo se congeló por accidente cuando Farnsworth quiso volver 10 segundos atrás. Ahora, 10 años después, el propio Farnsworth reactiva el tiempo: Futurama renace en el año 3023.

Otro momento de la nueva temporada de ‘Futurama’. (Disney +)
Otro momento de la nueva temporada de ‘Futurama’. (Disney +)

Y lo hace con un capítulo absolutamente autorreferencial y metatelevisivo. El mundo ha cambiado mucho en esta última década, sobre todo en la industria del entretenimiento. Antes del desembarco de las plataformas, la televisión por cable no contaba ni con el poder ni con la competencia ni con la sobreproducción de contenido que hay en la actualidad. El concepto "darse un atracón" no tenía el significado de ahora, cuando Netflix, HBO, Amazon y demás inundan los hogares de contenidos en una carrera por la cantidad de minutos consumidos, no por la calidad y el cuidado de las historias.

En su nueva resurrección, los creadores de Futurama han empezado con una crítica/autocrítica a esta nueva forma de entender y explotar la ficción. "¿Cómo puede ser una serie cancelada tantas veces por tantas cadenas?", se preguntan en un momento del episodio. "Quizá pueda resurgir en Fulu; esa gente resucita cualquier petardo". En este capítulo, Fry, que sigue sin encontrar un objetivo de vida, se propone ver todos los capítulos de todas las series emitidas. El problema es que, cuando está cerca de conseguirlo en un empacho televisivo pantagruélico, pierde el contacto con la realidad. Por lo que deben seguir produciendo capítulos nuevos para ir desenganchándolo poco a poco, lo que se traduce en guionistas exhaustos, ejecutivos robóticos sin criterio, guiones incoherentes, rodajes más rápidos que la propia duración del capítulo (¿les suena aquello de ver una película al doble de velocidad?) y actores que no saben muy bien qué hacer y que solo firman para salir del infierno y cobrar notoriedad y cheques jugosos. Una crítica también a los espectadores, que se tragan cualquier mierda, dicho pronto y mal.

Mamá, uno de los personajes más icónicos de ‘Futurama’. (Disney +)
Mamá, uno de los personajes más icónicos de ‘Futurama’. (Disney +)

Tampoco parece dirigirse a un nuevo público, sino a su base de seguidores fieles, aquellos que utilizan el meme "Shut up and take my money!" ("¡Cállate y toma mi dinero!") a cada oportunidad. Como cuando Fry cayó en la máquina criogénica que lo llevó al año 2999, la serie de Groening y David X. Cohen intenta adaptarse a los temas del momento —las plataformas, las criptomonedas, la explotación laboral en las grandes corporaciones—, en una necesidad de recuperar el tiempo perdido. Pero los guiones parecen haberse escrito en deuda con los fans, buscando complacer todos sus deseos, apoyándose en la nostalgia y rescatando los personajes secundarios que más gustaron en su momento, como en una convención cosplay de Star Wars. Al volver a ella, los treintañeros y cuarentones (y las) no van a redensificar su cuero cabelludo ni a rebajar la tripa.

Calculón, en otro momento de ‘Futurama’. (Disney +)
Calculón, en otro momento de ‘Futurama’. (Disney +)

No hay personajes nuevos. No hay ambición de salir de la zona de confort. No hay riesgo más allá que el de encaminarse a un nuevo final que no acabe en alto como el anterior. Sí hay comedia y hay genialidad, y hay esa familiaridad que ocurre al reencontrarse con un éxito de verano de juventud. Pero no llega a la emoción de un polvo con alguien nuevo ni de un polvo de reencuentro con aquel amor de verano del que no habías vuelto a saber hasta hoy.

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